Cuando se acercan los tiempos electorales los monstruos que poco a poco hemos alimentado hacen acto de presencia, esos que se alimentan algunas veces del odio y de la necesidad y que no sé si ya hemos aprendido a dominar
Tenemos dos clases de sociedades, una que cree todo lo que leen redes sociales y emite juicios sin comprobarlos, ese tipo es de lo más dañina porque no se informa, no se documenta, y más que participar contribuye precisamente a que los monstruos que han asesinado la democracia crezcan alimentados justo por la ignorancia, el odio, el rencor y la mala fe.
Afortunadamente hay otro segmento que es más analítico, que lee, pero lo más importante, que participa en la realización de los procesos electorales, motivado por las ganas de servir y procurando impulsar la democracia, y al generar confianza va eliminando poco a poco a aquellos monstruos.
Da mucho gusto que las autoridades correspondientes estén a la altura de lo que requiere la democracia, tal es el caso del Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana de Chiapas, quien ha anunciado y dado a conocer el reglamento de participación, el cual tendrá como objetivo regular los actos previos, preparación, organización y desarrollo de los procedimientos previamente aprobados y los mecanismos implementados por ese organismo regulador de las elecciones.
Fue en la sesión ordinaria ocurrida el 31 de marzo en la que la consejera electoral Sofía Martínez, presidenta de la Comisión permanente de participación ciudadana, señaló que los mecanismos de participación se encuentran enmarcados en la incidencia directa que tiene la ciudadanía para contribuir a mejorar su entorno social, apoyados en valores democráticos.
Es un verdadero logro la ampliación de ese contenido, pues destaca la inclusión del principio de paridad, la participación de la juventud y de personas de pueblos originarios, así como la observancia del protocolo sanitario para minimizar el riesgo de contagios por Covid-19, y contempla también los cinco mecanismos de participación ciudadana.
Ahora no sólo es la ley la que avala una elección, sino también la participación ciudadana que de credibilidad y aceptación al sentimiento popular. Sigamos todos participando y contribuyendo a que se fortalezca cada día más, porque es poco el amor, y desperdiciarlo en celos.
