/ jueves 3 de junio de 2021

Carrereando la chuleta | Realmente llega el mensaje


Platicando con mi hijo, quien por cierto en esta elección va a emitir por primera vez su voto, en la sobremesa después de unos incomparables TACOS DEL TINO, nos cuestionamos mutuamente acerca de los candidatos, no sólo locales sino de los que más ruido hacen -para bien y para mal- a nivel nacional; el resultado fue más que agradable para mí.

Independientemente de que confirmé que mi hijo sabe muchísimo más del tema de lo que pude haberme imaginado, me llamó la atención cómo llegaron los distintos mensajes que se estuvieron transmitiendo, qué es lo que ya se debe cambiar en el quehacer político, qué les interesa a las nuevas generaciones y cuáles son las propuestas en las que se fijan.

A nivel nacional surgió el nombre de Samuel García, yo estando aquí me dan ganas de votar por él, inmediatamente le cuestioné el porqué.

Después fue mi turno, le platiqué del político que en su momento llamó mi atención porque me convenció, porque creí en la persona y no en el partido. Yo hablaba desde mis 43 años, y mi hijo desde sus 18. Le hice ver las cosas que Tik Tok, Twitter y Facebook no muestran de Samuel García, pero él me refutó justo con las cosas que Tik Tok, Twitter y Facebook muestran.

¿Realmente llegan las ideas?, ¿realmente hay una comunicación asertiva y de calidad?, ¿se sigue buscando al político todo poderoso que ofrece solucionarte la vida?, o lo que queremos (jóvenes y ancianos como yo) es alguien que nos hable con la verdad, que nos diga las cosas desde un sentido de vista empresarial y no tan populista porque a la larga eso no saca de la pobreza a nadie.

En estos cierres de campaña, en donde empezaron a sacarse boletines, panfletos, publicaciones pagadas en Facebook, donde ya bajaban a un candidato y ya subían a otro, en donde les sacaron cosas que ni siquiera ellos mismo sabían, en donde se les olvidó que fueron detenidos por la policía o que tienen averiguaciones previas abiertas, en donde la cara del político real no se muestra, o en donde nos enseñan caras de políticos que no existen, ¿qué es lo que están transmitiendo?

La política cambió, el político ha cambiado, el ciudadano ha cambiado radicalmente de hace unos años a la fecha, estamos en la cúspide de un nuevo quehacer en la política, en donde un candidato puede hacer campaña desde la comunidad de su casa, incluso en pijama, alejado de la realidad o pensando lo que quiere mientras el mundo arde.

¿Aquellos que convencen en redes sociales, están capacitados para gobernar en el mundo real?

Ejemplos hay muchos. Ahí está el presidente tuitero centroamericano de.El Salvador, que es la nueva gran revelación en las redes sociales. Al parecer realmente está haciendo un buen trabajo, o al menos sus mensajes han sido eficientes porque su imagen internacional es positiva.

¿Qué mensaje nos está regalando ahora la política y qué es lo que la sociedad quiere oír? Por lo pronto el domingo, jóvenes, adultos y ancianos tendremos que elegir, con el método tradicional, es decir, con una boleta en nuestras manos en donde plasmaremos nuestro voto.


Platicando con mi hijo, quien por cierto en esta elección va a emitir por primera vez su voto, en la sobremesa después de unos incomparables TACOS DEL TINO, nos cuestionamos mutuamente acerca de los candidatos, no sólo locales sino de los que más ruido hacen -para bien y para mal- a nivel nacional; el resultado fue más que agradable para mí.

Independientemente de que confirmé que mi hijo sabe muchísimo más del tema de lo que pude haberme imaginado, me llamó la atención cómo llegaron los distintos mensajes que se estuvieron transmitiendo, qué es lo que ya se debe cambiar en el quehacer político, qué les interesa a las nuevas generaciones y cuáles son las propuestas en las que se fijan.

A nivel nacional surgió el nombre de Samuel García, yo estando aquí me dan ganas de votar por él, inmediatamente le cuestioné el porqué.

Después fue mi turno, le platiqué del político que en su momento llamó mi atención porque me convenció, porque creí en la persona y no en el partido. Yo hablaba desde mis 43 años, y mi hijo desde sus 18. Le hice ver las cosas que Tik Tok, Twitter y Facebook no muestran de Samuel García, pero él me refutó justo con las cosas que Tik Tok, Twitter y Facebook muestran.

¿Realmente llegan las ideas?, ¿realmente hay una comunicación asertiva y de calidad?, ¿se sigue buscando al político todo poderoso que ofrece solucionarte la vida?, o lo que queremos (jóvenes y ancianos como yo) es alguien que nos hable con la verdad, que nos diga las cosas desde un sentido de vista empresarial y no tan populista porque a la larga eso no saca de la pobreza a nadie.

En estos cierres de campaña, en donde empezaron a sacarse boletines, panfletos, publicaciones pagadas en Facebook, donde ya bajaban a un candidato y ya subían a otro, en donde les sacaron cosas que ni siquiera ellos mismo sabían, en donde se les olvidó que fueron detenidos por la policía o que tienen averiguaciones previas abiertas, en donde la cara del político real no se muestra, o en donde nos enseñan caras de políticos que no existen, ¿qué es lo que están transmitiendo?

La política cambió, el político ha cambiado, el ciudadano ha cambiado radicalmente de hace unos años a la fecha, estamos en la cúspide de un nuevo quehacer en la política, en donde un candidato puede hacer campaña desde la comunidad de su casa, incluso en pijama, alejado de la realidad o pensando lo que quiere mientras el mundo arde.

¿Aquellos que convencen en redes sociales, están capacitados para gobernar en el mundo real?

Ejemplos hay muchos. Ahí está el presidente tuitero centroamericano de.El Salvador, que es la nueva gran revelación en las redes sociales. Al parecer realmente está haciendo un buen trabajo, o al menos sus mensajes han sido eficientes porque su imagen internacional es positiva.

¿Qué mensaje nos está regalando ahora la política y qué es lo que la sociedad quiere oír? Por lo pronto el domingo, jóvenes, adultos y ancianos tendremos que elegir, con el método tradicional, es decir, con una boleta en nuestras manos en donde plasmaremos nuestro voto.