/ viernes 22 de abril de 2022

Carrereando la chuleta | ¿Sabemos el poder que tenemos?

A veces las cosas más complicadas son las que nos dejan mayores enseñanzas. El caso del bebé que fue robado en el IMSS de Tapachula, y que afortunadamente se resolvió de manera positiva, dejó ver puntos muy interesantes: sí, deficiencias en las instituciones y en quienes las dirigen; sí, que hay gente sin escrúpulos; pero sobre todo, más allá de eso, nos dejó comprobar, una vez más (aunque a veces lo olvidamos), que la unión hace la fuerza.

La sociedad se interesó, pero no sólo eso, actuó, compartió, dio información, se movió, y ese es el secreto, para esto y para muchas otras cosas, pero no acabamos de dimensionarlo. Los medios, por otro lado, difundimos, preguntamos, presionamos, se tenían que tomar acciones de forma urgente. Las instituciones, unas con más ganas que otras, más preocupadas que otras, más eficientes que otras, actuaron y hubo resultados en cuestión de horas.

Me cuesta trabajo dimensionar el poder de todo eso unido. Parece simple, pero no lo es, se encontró la aguja en el pajar gracias a que todos le entraron, desde diferentes trincheras pero con un mismo objetivo.

¿Y si eso hiciéramos siempre? Sé que suena desgastante, implicaría muchísimo esfuerzo, pero valdría la pena. Si esa movilización se lograra cada que desaparece una niña, una mujer, y por favor no me diga que “se fue con el novio”, el punto no es ese, el punto es que vivimos en un país donde matan mujeres como “por deporte”, donde la delincuencia y la violencia ya nos rebasaron, o eso creía, acabamos de comprobar que no todo está perdido, que aún tenemos remedio.

Felicitémonos por este buen resultado, todos, pero principalmente, creámonos que como sociedad tenemos la fuerza, que los medios no son enemigos y que las autoridades de una u otra forma aún funcionan, o sea que sí hay luz al final del camino y cada uno de nosotros puede contribuir con su lámpara.

Comentarios a rgonzalez@diariodelsur.com.mx y esta vez no acepto críticas porque estoy muy contento.

A veces las cosas más complicadas son las que nos dejan mayores enseñanzas. El caso del bebé que fue robado en el IMSS de Tapachula, y que afortunadamente se resolvió de manera positiva, dejó ver puntos muy interesantes: sí, deficiencias en las instituciones y en quienes las dirigen; sí, que hay gente sin escrúpulos; pero sobre todo, más allá de eso, nos dejó comprobar, una vez más (aunque a veces lo olvidamos), que la unión hace la fuerza.

La sociedad se interesó, pero no sólo eso, actuó, compartió, dio información, se movió, y ese es el secreto, para esto y para muchas otras cosas, pero no acabamos de dimensionarlo. Los medios, por otro lado, difundimos, preguntamos, presionamos, se tenían que tomar acciones de forma urgente. Las instituciones, unas con más ganas que otras, más preocupadas que otras, más eficientes que otras, actuaron y hubo resultados en cuestión de horas.

Me cuesta trabajo dimensionar el poder de todo eso unido. Parece simple, pero no lo es, se encontró la aguja en el pajar gracias a que todos le entraron, desde diferentes trincheras pero con un mismo objetivo.

¿Y si eso hiciéramos siempre? Sé que suena desgastante, implicaría muchísimo esfuerzo, pero valdría la pena. Si esa movilización se lograra cada que desaparece una niña, una mujer, y por favor no me diga que “se fue con el novio”, el punto no es ese, el punto es que vivimos en un país donde matan mujeres como “por deporte”, donde la delincuencia y la violencia ya nos rebasaron, o eso creía, acabamos de comprobar que no todo está perdido, que aún tenemos remedio.

Felicitémonos por este buen resultado, todos, pero principalmente, creámonos que como sociedad tenemos la fuerza, que los medios no son enemigos y que las autoridades de una u otra forma aún funcionan, o sea que sí hay luz al final del camino y cada uno de nosotros puede contribuir con su lámpara.

Comentarios a rgonzalez@diariodelsur.com.mx y esta vez no acepto críticas porque estoy muy contento.