/ domingo 29 de agosto de 2021

Carrereando la chuleta | Voluntad e historia


A quienes les gustan los números les diría 44,950. A los que gustan de encabezados con sentimiento les diría que fue la primera mujer en dirigir los destinos de Tapachula. Para los que les encanta la historia, hay que recordar que repentinamente tuvo una gran responsabilidad, después de un acontecimiento fatídico, y dio resultados, si no hubiera sido así efectivamente la historia sería otra. Y por supuesto están aquellos a quienes nada les parece, a ellos sólo hay que decirles que fue contundente y por donde se le vea, ganó Rosy Urbina.

Quien le antecedió fue una mujer tenaz, comprometida, que se dejó querer y supo ganarse el cariño de la gente, que supo revertir el rencor de algunos a través del esfuerzo, por lo que no es fácil lo que tiene enfrente, le esperan enormes retos, continuar con la atención a los diferentes problemas, mejorar las finanzas, dar resultados con acciones concretas y más cercanas a las personas, encabezar una administración pública con contenido, de mucho trabajo.

Le toca lo peor, tener que superarse a sí misma y eso es difícil para cualquiera, porque implica sencillez para reconocer tus errores, aceptar la crítica, y sabiduría para saber qué elogios no se han de incluir en tu corazón.

El equipo con el que trabajó fue heredado, pero supo aprovecharlo, potencializó sus capacidades y canalizó la fuerza política para unificar esfuerzos. Su mensaje siempre fue muy claro: “sólo juntos se podrá salir adelante”. Ahora su equipo es un tanto diferente, ella lo agrupó, se inscribieron en una planilla que compitió y que por decisión y voluntad de los tapachultecos en las pasadas elecciones del 6 de junio, ganó, por lo que continuará como presidenta municipal de Tapachula. Es la primera mujer que dirige los destinos de Tapachula, la primera mujer que gana una elección, y eso sólo se gana con confianza y resultados, no hay otra manera

Aunque como en todo, los triunfos contundentes suelen cuestionarse, por envidia, por mero juego político, aunque en este caso las autoridades correspondientes fueron muy claras al darle la victoria desde un inicio a Rosi Urbina, lo que se confirmó en todas las instancias, en los tribunales, quienes ratificaron la voluntad de las y los tapachultecos.

Supo ser líder no solo en Tapachula, sino en la región. Habilitó caminos, fomentó e impulsó el consumo local, le hizo frente de manera tenaz a una devastadora pandemia, hizo los llamados pertinentes en acciones cercanas a la gente, supo coordinar e integrar a los tres niveles de gobierno, semana a semana, en una suma de esfuerzos, llevó el Ayuntamiento de manera coordinada, alejada de la violencia pero con paso firme y con un mensaje claro: trabajar siempre en unidad.

Ahora tiene de frente tres años en un camino que ya conoce pero que sigue teniendo enormes retos y que requiere de un gran trabajo, así que, por el bien de este municipio no se puede sino desearle mucho éxito en su administración. Es lo que cualquier persona en su sano juicio haría, ¿quién puede desear lo peor para el lugar donde vive?


Correo: ronay.mx@gmail.com


A quienes les gustan los números les diría 44,950. A los que gustan de encabezados con sentimiento les diría que fue la primera mujer en dirigir los destinos de Tapachula. Para los que les encanta la historia, hay que recordar que repentinamente tuvo una gran responsabilidad, después de un acontecimiento fatídico, y dio resultados, si no hubiera sido así efectivamente la historia sería otra. Y por supuesto están aquellos a quienes nada les parece, a ellos sólo hay que decirles que fue contundente y por donde se le vea, ganó Rosy Urbina.

Quien le antecedió fue una mujer tenaz, comprometida, que se dejó querer y supo ganarse el cariño de la gente, que supo revertir el rencor de algunos a través del esfuerzo, por lo que no es fácil lo que tiene enfrente, le esperan enormes retos, continuar con la atención a los diferentes problemas, mejorar las finanzas, dar resultados con acciones concretas y más cercanas a las personas, encabezar una administración pública con contenido, de mucho trabajo.

Le toca lo peor, tener que superarse a sí misma y eso es difícil para cualquiera, porque implica sencillez para reconocer tus errores, aceptar la crítica, y sabiduría para saber qué elogios no se han de incluir en tu corazón.

El equipo con el que trabajó fue heredado, pero supo aprovecharlo, potencializó sus capacidades y canalizó la fuerza política para unificar esfuerzos. Su mensaje siempre fue muy claro: “sólo juntos se podrá salir adelante”. Ahora su equipo es un tanto diferente, ella lo agrupó, se inscribieron en una planilla que compitió y que por decisión y voluntad de los tapachultecos en las pasadas elecciones del 6 de junio, ganó, por lo que continuará como presidenta municipal de Tapachula. Es la primera mujer que dirige los destinos de Tapachula, la primera mujer que gana una elección, y eso sólo se gana con confianza y resultados, no hay otra manera

Aunque como en todo, los triunfos contundentes suelen cuestionarse, por envidia, por mero juego político, aunque en este caso las autoridades correspondientes fueron muy claras al darle la victoria desde un inicio a Rosi Urbina, lo que se confirmó en todas las instancias, en los tribunales, quienes ratificaron la voluntad de las y los tapachultecos.

Supo ser líder no solo en Tapachula, sino en la región. Habilitó caminos, fomentó e impulsó el consumo local, le hizo frente de manera tenaz a una devastadora pandemia, hizo los llamados pertinentes en acciones cercanas a la gente, supo coordinar e integrar a los tres niveles de gobierno, semana a semana, en una suma de esfuerzos, llevó el Ayuntamiento de manera coordinada, alejada de la violencia pero con paso firme y con un mensaje claro: trabajar siempre en unidad.

Ahora tiene de frente tres años en un camino que ya conoce pero que sigue teniendo enormes retos y que requiere de un gran trabajo, así que, por el bien de este municipio no se puede sino desearle mucho éxito en su administración. Es lo que cualquier persona en su sano juicio haría, ¿quién puede desear lo peor para el lugar donde vive?


Correo: ronay.mx@gmail.com