/ jueves 2 de diciembre de 2021

Carrereando la chuleta | Yo creo que nos estamos equivocando


Hace muchos años, repentinamente y luego de un certerocoscorrón, la filósofa de Xochiltepec me envió a un evento que estabaorganizando el Dif Municipal. De lo poco que recuerdo es que según estabanrealizando acciones para aminorar la pobreza y mejorar la calidad de vida delos niños, así que bien bañado y con medio limón exprimido en los colochos, ahíestaba el Ronay en primera fila.

Les voy a ser sincero, no recuerdo los nombres de laspersonas, ni del programa y mucho menos lo que ahí me dijeron, sólo sé que elevento buscaba “que mi calidad de vida fuera mejor”, lo que quiera que esosignificara. Me dieron mi torta, mi refresco, un carrito de juguete, una bolsaque sepa Dios que contenía porque se la quedó la filósofa, y ya.

El único inconveniente es que la torta y el refresco pues meduraron supongo unos 20 minutos, el carrito no tengo idea de dónde o quién selo quedó, y del misterioso contenido de la bolsa nunca supe. Y sí era pobre(sigo siendo), pero no soy delincuente ni muero de hambre, gracias a Dios,puedo decir que hasta soy feliz, mucho, nomás que yo creo que se lo debo a lafilósofa, a su dedicación y esfuerzo, no necesariamente al gran evento “contrala pobreza” del que fui participante.

Han inventado, copiado o reciclado programas, apoyos ycuanta cosa se les ha ocurrido en los últimos 40 años en este país, disquebuscando aminorar la pobreza, pero ninguno ha tenido éxito. Les compartoalgunas estadísticas. Según el Coneval, en México se contabilizan ya 55.7millones de personas en situación de pobreza, es decir, hubo un aumento de dospuntos porcentuales entre el 2000 y el 2020, o lo que es lo mismo, todo lo quese ha hecho en los últimos 20 años para disminuirla pobreza ha fracasado, yaque no sólo no se redujo, aumentó, del 41.9% al 43.9%. El total de habitantesen México en el 2020 era de 126 millones según el Inegi, de esas, las personasen pobreza moderada sumábamos 44.9 millones, mientras que las personas enpobreza extrema eran 10.8 millones.

¿Y entonces de qué ha servido todo el dinero que se hadestinado para combatir la pobreza? Así no se puede –dijera doña pelos– la quevende tamalitos y champurrado en la bajada del mercado. ¿Dónde están todos los funcionariosque desde hace 40 años han desfilado por los diferentes cargos y programas?Dicen que no hay mal que dure cien años (aunque creo que nosotros ya llevamosmás intentando eliminar, o y a de perdida disminuir, la pobreza) ni menso quela aguante. No sé cuánto más podremos aguantar en realidad.

Unos dicen que lo que pasa es que a los pobres ya les gustóser pobres, y que con las dádivas que reciben de los mal planeados y maloperados programas les es suficiente, todo sea por no trabajar. Otros dicen queno hay una verdadera rendición de cuentas. Otros que porque el país se quierereinventar cada seis años en lugar de darle continuidad a lo poco que funciona,otros que porque los mexicanos somos conformistas y no le exigimos, ni a lasautoridades ni a nosotros mismos para salir adelante, y los demás pos le echanla culpa a diosito y a la mala suerte.

Debe ser un poco de todo, digo yo, porque en el país idealque a veces pasa por mi cabeza, las políticas públicas se planean a corto,mediano y largo plazos, es decir, sí a dos años, a seis, pero sobre todo a 20 o30 años, y se cumple con ello; los programas se planean con objetivos muyespecíficos, presupuestos muy específicos (que no cambian a la hora de la hora)y sobre todo se vigila y exige que se cumplan a cabalidad, no es opcional pues,no es si se puede o si se quiere; las estrategias van dirigidas a que la gentepor sí misma salga del ciclo de pobreza, no son inmediatistas ni engañosas; yfinalmente en ese mundo ideal, cada mexicano ayuda al otro, desinteresadamente,a salir adelante, trabaja, hace su mejor esfuerzo y exige resultados a susautoridades.

Digo, nada perderíamos intentado algo así, de todas formastodo lo que se ha hecho no ha funcionado. Comentarios y mentadas aronay.mx@gmail.com y de antemano ¡gracias!


Hace muchos años, repentinamente y luego de un certerocoscorrón, la filósofa de Xochiltepec me envió a un evento que estabaorganizando el Dif Municipal. De lo poco que recuerdo es que según estabanrealizando acciones para aminorar la pobreza y mejorar la calidad de vida delos niños, así que bien bañado y con medio limón exprimido en los colochos, ahíestaba el Ronay en primera fila.

Les voy a ser sincero, no recuerdo los nombres de laspersonas, ni del programa y mucho menos lo que ahí me dijeron, sólo sé que elevento buscaba “que mi calidad de vida fuera mejor”, lo que quiera que esosignificara. Me dieron mi torta, mi refresco, un carrito de juguete, una bolsaque sepa Dios que contenía porque se la quedó la filósofa, y ya.

El único inconveniente es que la torta y el refresco pues meduraron supongo unos 20 minutos, el carrito no tengo idea de dónde o quién selo quedó, y del misterioso contenido de la bolsa nunca supe. Y sí era pobre(sigo siendo), pero no soy delincuente ni muero de hambre, gracias a Dios,puedo decir que hasta soy feliz, mucho, nomás que yo creo que se lo debo a lafilósofa, a su dedicación y esfuerzo, no necesariamente al gran evento “contrala pobreza” del que fui participante.

Han inventado, copiado o reciclado programas, apoyos ycuanta cosa se les ha ocurrido en los últimos 40 años en este país, disquebuscando aminorar la pobreza, pero ninguno ha tenido éxito. Les compartoalgunas estadísticas. Según el Coneval, en México se contabilizan ya 55.7millones de personas en situación de pobreza, es decir, hubo un aumento de dospuntos porcentuales entre el 2000 y el 2020, o lo que es lo mismo, todo lo quese ha hecho en los últimos 20 años para disminuirla pobreza ha fracasado, yaque no sólo no se redujo, aumentó, del 41.9% al 43.9%. El total de habitantesen México en el 2020 era de 126 millones según el Inegi, de esas, las personasen pobreza moderada sumábamos 44.9 millones, mientras que las personas enpobreza extrema eran 10.8 millones.

¿Y entonces de qué ha servido todo el dinero que se hadestinado para combatir la pobreza? Así no se puede –dijera doña pelos– la quevende tamalitos y champurrado en la bajada del mercado. ¿Dónde están todos los funcionariosque desde hace 40 años han desfilado por los diferentes cargos y programas?Dicen que no hay mal que dure cien años (aunque creo que nosotros ya llevamosmás intentando eliminar, o y a de perdida disminuir, la pobreza) ni menso quela aguante. No sé cuánto más podremos aguantar en realidad.

Unos dicen que lo que pasa es que a los pobres ya les gustóser pobres, y que con las dádivas que reciben de los mal planeados y maloperados programas les es suficiente, todo sea por no trabajar. Otros dicen queno hay una verdadera rendición de cuentas. Otros que porque el país se quierereinventar cada seis años en lugar de darle continuidad a lo poco que funciona,otros que porque los mexicanos somos conformistas y no le exigimos, ni a lasautoridades ni a nosotros mismos para salir adelante, y los demás pos le echanla culpa a diosito y a la mala suerte.

Debe ser un poco de todo, digo yo, porque en el país idealque a veces pasa por mi cabeza, las políticas públicas se planean a corto,mediano y largo plazos, es decir, sí a dos años, a seis, pero sobre todo a 20 o30 años, y se cumple con ello; los programas se planean con objetivos muyespecíficos, presupuestos muy específicos (que no cambian a la hora de la hora)y sobre todo se vigila y exige que se cumplan a cabalidad, no es opcional pues,no es si se puede o si se quiere; las estrategias van dirigidas a que la gentepor sí misma salga del ciclo de pobreza, no son inmediatistas ni engañosas; yfinalmente en ese mundo ideal, cada mexicano ayuda al otro, desinteresadamente,a salir adelante, trabaja, hace su mejor esfuerzo y exige resultados a susautoridades.

Digo, nada perderíamos intentado algo así, de todas formastodo lo que se ha hecho no ha funcionado. Comentarios y mentadas aronay.mx@gmail.com y de antemano ¡gracias!