/ lunes 22 de noviembre de 2021

Clase Política | Ambulantaje haitiano, un nuevo paraíso fiscal

Tras el monumental escándalo que provocó el Night club haitiano y posterior restaurante Mitzrael en pleno centro de la ciudad de Tapachula que por cierto ya clausuraron, el secretario de servicios públicos municipal, José Arturo Rojas Cárdenas, ya se amarró el dedo antes de cortárselo y de una vez advirtió que decomisará toda la mercancía que ofertan los haitianos, en caso de que insistan meterse al centro de la ciudad para la venta de sus productos. Nada tonto, los decomisos, también representan un jugoso, corrupto y millonario negocio.

Los casi 80 mil extranjeros con esposas e hijos menores de edad, se están muriendo de hambre y pese al sufrimiento, el INM, COMAR y la Guardia Nacional, no brindan las facilidades para que emigren a la frontera norte.

Resulta que el 90 por ciento de los migrantes antillanos hablan el idioma francés o su lengua criolla. En contraparte el 99. 9 por ciento de la población mexicana no entiende nada y solamente un 9 por ciento de los casi 80 mil habitantes haitianos ya mastica dos que tres el español, derivado de su enorme necesidad por sobrevivir vendiendo frutas, verduras, pan, semillas, refrescos, comida y ropa de paca por señalar algunos ejemplos.

Ambulantaje, es como las campanas “dan – darán”

Para juristas en Chiapas, el servidor público Rojas Cárdenas, está ofreciendo el espacio del mercado los Laureles, porque es la alternativa de todos los trienios para aquellos comerciantes que no otorgan su moche o cuota al club de los inspectores “peine” que son bien conocidos por estirar la mano o lanzar amenazas de levantar a los ambulantes que no se cuadren o alineen a las cuotas clandestinas, según versión de propios comerciantes irregulares de las avenidas colindantes del mercado Sebastián Escobar y la bajada del tianguis cinco de mayo.

Eterno paraíso fiscal en la frontera sur de México

La peinadera a los ambulantes por parte de inspectores de servicios públicos es una cruda realidad que se rumora por los siglos de los siglos en el paraíso fiscal denominado “la Perla del Soconusco”.

Por un lado, surge la versión que, esas cuotas diarias, semanales, quincenales o mensualmente (depende del sapo la pedrada), generan una vaca gorda y sagrada de recursos millonarios que no se reporta a la tesorería municipal y por consecuencia representan malversaciones ilegales estratosféricas que le están forrando las bolsas a más de algún funcionario de primero o segundo nivel. Pero obvio, al cierre del año y las cercanas fiestas decembrinas, todos se hacen de la vista gorda.

Sale a colación este tema por la versión del titular de servicios públicos, quien trae la encomienda de limpiar y oxigenar el primer cuadro de la ciudad porque solamente el sendero peatonal parece la Orange Street de Kingston en Jamaica o Harlem, un barrio de Nueva York en los Estados Unidos.

Ya no hay espacio para habitantes tapachultecos o mexicanos que busquen acercarse a los comercios establecidos, porque el centro de la ciudad está cundido de Haití, gracias a la negligencia, sandez, corrupción, tráfico de influencias y sobre todo complicidad del Instituto Nacional de Migración (INM) que encabeza el comisionado nacional, Francisco Garduño Yáñez y el delegado en Chiapas, Aristeo Taboada Rivera, a quienes extraoficialmente les ordenaron encapsular a los migrantes antillanos para evitar su migración al norte del país, como acuerdo binacional entre México y los Estados Unidos. ¿Tiene fecha de caducidad dicho acuerdo o de plano se tendrán que crear colonias populares de centro, sudamericanos y haitianos por decreto internacional?...

Tapachula, con una población flotante de 120 mil migrantes centro, sudamericanos y haitianos, sufre por el sobre uso de servicios como agua potable, drenaje, y espacios públicos que tienen que compartirse con los casi 800 mil habitantes extraoficiales en la perla del Soconusco. Dicha cantidad de habitantes no lo reporta el INEGI con tal de seguir enviando una bicoca de recursos federales, al llamado patio trasero, también denominado primera entrada de México con Guatemala Centroamérica.

Finalmente, los comercios ambulantes de haitianos, tendrán que irse al mercado Laureles, en caso de no comprender la dinámica financiera a la cual deben recurrir para tener libertad de tránsito en el primer cuadro de la ciudad (¿ayúdame a ayudarte?). Lo anterior, versión de propios ambulantes arraigados que se han indignado por la competencia desleal de los nuevos migrantes que pretenden vender sin comprar su espacio para la vendimia con los llamados inspectores “peine”. Ley de oferta y demanda deshonesta.

Comentarios antoniozavaletah@gmail.com

Tras el monumental escándalo que provocó el Night club haitiano y posterior restaurante Mitzrael en pleno centro de la ciudad de Tapachula que por cierto ya clausuraron, el secretario de servicios públicos municipal, José Arturo Rojas Cárdenas, ya se amarró el dedo antes de cortárselo y de una vez advirtió que decomisará toda la mercancía que ofertan los haitianos, en caso de que insistan meterse al centro de la ciudad para la venta de sus productos. Nada tonto, los decomisos, también representan un jugoso, corrupto y millonario negocio.

Los casi 80 mil extranjeros con esposas e hijos menores de edad, se están muriendo de hambre y pese al sufrimiento, el INM, COMAR y la Guardia Nacional, no brindan las facilidades para que emigren a la frontera norte.

Resulta que el 90 por ciento de los migrantes antillanos hablan el idioma francés o su lengua criolla. En contraparte el 99. 9 por ciento de la población mexicana no entiende nada y solamente un 9 por ciento de los casi 80 mil habitantes haitianos ya mastica dos que tres el español, derivado de su enorme necesidad por sobrevivir vendiendo frutas, verduras, pan, semillas, refrescos, comida y ropa de paca por señalar algunos ejemplos.

Ambulantaje, es como las campanas “dan – darán”

Para juristas en Chiapas, el servidor público Rojas Cárdenas, está ofreciendo el espacio del mercado los Laureles, porque es la alternativa de todos los trienios para aquellos comerciantes que no otorgan su moche o cuota al club de los inspectores “peine” que son bien conocidos por estirar la mano o lanzar amenazas de levantar a los ambulantes que no se cuadren o alineen a las cuotas clandestinas, según versión de propios comerciantes irregulares de las avenidas colindantes del mercado Sebastián Escobar y la bajada del tianguis cinco de mayo.

Eterno paraíso fiscal en la frontera sur de México

La peinadera a los ambulantes por parte de inspectores de servicios públicos es una cruda realidad que se rumora por los siglos de los siglos en el paraíso fiscal denominado “la Perla del Soconusco”.

Por un lado, surge la versión que, esas cuotas diarias, semanales, quincenales o mensualmente (depende del sapo la pedrada), generan una vaca gorda y sagrada de recursos millonarios que no se reporta a la tesorería municipal y por consecuencia representan malversaciones ilegales estratosféricas que le están forrando las bolsas a más de algún funcionario de primero o segundo nivel. Pero obvio, al cierre del año y las cercanas fiestas decembrinas, todos se hacen de la vista gorda.

Sale a colación este tema por la versión del titular de servicios públicos, quien trae la encomienda de limpiar y oxigenar el primer cuadro de la ciudad porque solamente el sendero peatonal parece la Orange Street de Kingston en Jamaica o Harlem, un barrio de Nueva York en los Estados Unidos.

Ya no hay espacio para habitantes tapachultecos o mexicanos que busquen acercarse a los comercios establecidos, porque el centro de la ciudad está cundido de Haití, gracias a la negligencia, sandez, corrupción, tráfico de influencias y sobre todo complicidad del Instituto Nacional de Migración (INM) que encabeza el comisionado nacional, Francisco Garduño Yáñez y el delegado en Chiapas, Aristeo Taboada Rivera, a quienes extraoficialmente les ordenaron encapsular a los migrantes antillanos para evitar su migración al norte del país, como acuerdo binacional entre México y los Estados Unidos. ¿Tiene fecha de caducidad dicho acuerdo o de plano se tendrán que crear colonias populares de centro, sudamericanos y haitianos por decreto internacional?...

Tapachula, con una población flotante de 120 mil migrantes centro, sudamericanos y haitianos, sufre por el sobre uso de servicios como agua potable, drenaje, y espacios públicos que tienen que compartirse con los casi 800 mil habitantes extraoficiales en la perla del Soconusco. Dicha cantidad de habitantes no lo reporta el INEGI con tal de seguir enviando una bicoca de recursos federales, al llamado patio trasero, también denominado primera entrada de México con Guatemala Centroamérica.

Finalmente, los comercios ambulantes de haitianos, tendrán que irse al mercado Laureles, en caso de no comprender la dinámica financiera a la cual deben recurrir para tener libertad de tránsito en el primer cuadro de la ciudad (¿ayúdame a ayudarte?). Lo anterior, versión de propios ambulantes arraigados que se han indignado por la competencia desleal de los nuevos migrantes que pretenden vender sin comprar su espacio para la vendimia con los llamados inspectores “peine”. Ley de oferta y demanda deshonesta.

Comentarios antoniozavaletah@gmail.com