/ jueves 20 de diciembre de 2018

COHERENCIA SEÑORES

CARREREANDO LA CHULETA


No recuerdo la fecha exacta, pero el capitán Jaime Cerdio me llamó un día y me dijo que necesitaba una persona con el carisma -y la humildad- que me caracteriza atrás de un micrófono. Me dijo, “vente para acá, necesitamos alguien que sea el maestro de ceremonias del informe que va a brindar el senador Rutilio Escandón”.

Luego de llegar un arreglo económico, algo así como gratis, porque me lo pidió de favor, como amigos, aunque seguro he de haber torcido mi cara porque ese día ya no completé para mi pago en la tienda de los abonos perpetuos, pero para mis adentros dije: algo bueno va salir. Así fue, la lista de personalidades que lo acompañaron era considerable, además, me lo pedía un buen amigo.

No fue el clásico discurso de los senadores, este fue un informe fresco, de un legislador seguro de las cosas que tenía ya realizadas, que no ofrecía a la comunidad promesas que todavía no cumplía o aplausos por el trabajo de otro, no.

Fue en el Club Campestre, un evento sencillo pero lleno de mucho entusiasmo, empresarios, políticos locales, recuerdo algunos notarios como Don Luciano Rosales, líderes de una media docena de colonias y evidentemente varios compañeros de los medios de comunicación.

Yo estaba seguro de que tenía que aprender algo ese día, así fue. El en ese entonces senador Rutilio Escandón al hacer uso de la palabra en una parte de su discurso, dijo, que hacía un reconocimiento público a los hombres comprometidos con informar, a los que hacían suyas las luchas en beneficio de la gente, que usaban la tinta, papel, cámaras y micrófonos no para hacer catálogos o modelos de políticos, sino para exigirle a estos que trabajaran en beneficio de la gente.

Mencionó, que él le hacía caso al periodista comprometido con la verdad, pero sobre todo, al que cumplía con su función de ser un enlace entre necesidad de la gente y obligación del gobierno.

No sé los demás, pero yo sí escuché cada palabra, me quedaron muy grabadas. Esperé no sé cuántos años para poder escribir estas líneas al hoy gobernador del Estado y lo hago porque desde entonces las tengo presentes y me da gusto saber que sigue pensando igual.

Al asistir a la entrega de la medalla Belisario Domínguez que otorga el Senado de la República, este año al periodista Carlos Payán Velver, reconoció su lucha por la defensa de la libertad de expresión y los derechos humanos.

Las palabras del mandatario estatal fueron oportunas al destacar la trayectoria del periodista en la lucha por los derechos humanos, además, de resaltar que por medio de su ejercicio periodístico ha fortalecido la política pública enfocada a resolver las demandas de la gente que más lo necesita.

Aclaro, que no estuve presente en la entrega de la medalla Belisario Domínguez, pero sí estuve cuando el exsenador dijo palabras muy similares a todos los que ahí estábamos. Sigue siendo un político firme en sus decisiones y convicciones, lo cual es bastante raro en estos tiempos, los personajes de hoy piensan o dicen una cosa, al siguiente sexenio o trienio de otra manera, al siguiente día ya es diferente y así. Evidentemente no es el caso de Don Rutilio Escandón.

Manifestó, que el Gobierno de Chiapas, siguiendo el ejemplo del Gobierno de la República encabezado por Andrés Manuel López Obrador, mantiene el legado del prócer chiapaneco al ser gobiernos demócratas emergidos del pueblo.

El emitir palabras muy similares con tanto tiempo de diferencia, sólo indica una cosa, que no habla por compromiso sino por convicción. ¡Felicidades! al premiado con la medalla Belisario Domínguez y ¡felicidades! al gobernador Rutilio Escandón por su coherencia, un preciado tesoro en estos tiempos en que un día se dice una cosa y momentos después, otra, o se hace todo lo contrario.


CARREREANDO LA CHULETA


No recuerdo la fecha exacta, pero el capitán Jaime Cerdio me llamó un día y me dijo que necesitaba una persona con el carisma -y la humildad- que me caracteriza atrás de un micrófono. Me dijo, “vente para acá, necesitamos alguien que sea el maestro de ceremonias del informe que va a brindar el senador Rutilio Escandón”.

Luego de llegar un arreglo económico, algo así como gratis, porque me lo pidió de favor, como amigos, aunque seguro he de haber torcido mi cara porque ese día ya no completé para mi pago en la tienda de los abonos perpetuos, pero para mis adentros dije: algo bueno va salir. Así fue, la lista de personalidades que lo acompañaron era considerable, además, me lo pedía un buen amigo.

No fue el clásico discurso de los senadores, este fue un informe fresco, de un legislador seguro de las cosas que tenía ya realizadas, que no ofrecía a la comunidad promesas que todavía no cumplía o aplausos por el trabajo de otro, no.

Fue en el Club Campestre, un evento sencillo pero lleno de mucho entusiasmo, empresarios, políticos locales, recuerdo algunos notarios como Don Luciano Rosales, líderes de una media docena de colonias y evidentemente varios compañeros de los medios de comunicación.

Yo estaba seguro de que tenía que aprender algo ese día, así fue. El en ese entonces senador Rutilio Escandón al hacer uso de la palabra en una parte de su discurso, dijo, que hacía un reconocimiento público a los hombres comprometidos con informar, a los que hacían suyas las luchas en beneficio de la gente, que usaban la tinta, papel, cámaras y micrófonos no para hacer catálogos o modelos de políticos, sino para exigirle a estos que trabajaran en beneficio de la gente.

Mencionó, que él le hacía caso al periodista comprometido con la verdad, pero sobre todo, al que cumplía con su función de ser un enlace entre necesidad de la gente y obligación del gobierno.

No sé los demás, pero yo sí escuché cada palabra, me quedaron muy grabadas. Esperé no sé cuántos años para poder escribir estas líneas al hoy gobernador del Estado y lo hago porque desde entonces las tengo presentes y me da gusto saber que sigue pensando igual.

Al asistir a la entrega de la medalla Belisario Domínguez que otorga el Senado de la República, este año al periodista Carlos Payán Velver, reconoció su lucha por la defensa de la libertad de expresión y los derechos humanos.

Las palabras del mandatario estatal fueron oportunas al destacar la trayectoria del periodista en la lucha por los derechos humanos, además, de resaltar que por medio de su ejercicio periodístico ha fortalecido la política pública enfocada a resolver las demandas de la gente que más lo necesita.

Aclaro, que no estuve presente en la entrega de la medalla Belisario Domínguez, pero sí estuve cuando el exsenador dijo palabras muy similares a todos los que ahí estábamos. Sigue siendo un político firme en sus decisiones y convicciones, lo cual es bastante raro en estos tiempos, los personajes de hoy piensan o dicen una cosa, al siguiente sexenio o trienio de otra manera, al siguiente día ya es diferente y así. Evidentemente no es el caso de Don Rutilio Escandón.

Manifestó, que el Gobierno de Chiapas, siguiendo el ejemplo del Gobierno de la República encabezado por Andrés Manuel López Obrador, mantiene el legado del prócer chiapaneco al ser gobiernos demócratas emergidos del pueblo.

El emitir palabras muy similares con tanto tiempo de diferencia, sólo indica una cosa, que no habla por compromiso sino por convicción. ¡Felicidades! al premiado con la medalla Belisario Domínguez y ¡felicidades! al gobernador Rutilio Escandón por su coherencia, un preciado tesoro en estos tiempos en que un día se dice una cosa y momentos después, otra, o se hace todo lo contrario.