Ser madre es, generalmente, una opción elegida libremente por la mujer que así lo desee, sin embargo, durante el embarazo o el parto, decenas de mujeres sufren de violencia obstétrica, la cual es una forma de abuso en que incurren por lo general, personal, médicos y enfermeras que tienen contacto con la paciente o proceden durante el parto.
De acuerdo con la Ley de Acceso a las mujeres de una vida libre de violencia del estado de Chiapas, la Violencia Obstétrica es la "Apropiación del cuerpo y procesos reproductivos de las mujeres por personal de salud, que se expresa en un trato deshumanizador, en un abuso de medicalización y patologización de los procesos naturales, trayendo consigo pérdida de autonomía y capacidad de decidir libremente sobre sus cuerpos y sexualidad..."
La mayoría de las víctimas no saben que sufren este tipo de violencia es que la mayoría de las víctimas, no tienen idea de a quién denunciar y, sobretodo, temen que al decirlo haya consecuencias graves para sí mismas o sus pequeños e incluso piensan que si se quedan calladas es mejor "para evitar problemas".
*Claudia denuncia que al momento de parir a su tercer hijo fue presionada por personal de la clínica de salud para "de una vez" ser ligada.
En otro testimonio, *María explica cómo mientras estaba siendo atendida en el parto, médicos y enfermeras se burlaban de ella cuando se quejaba del dolor "a ver si así aprendes a no abrir las piernas tan fácil", le dijeron.
La violencia obstétrica puede ser física o sicológica, la primera se expresa con mala atención de la paciente, negarle el apoyo en el parto, negarle anestesia, minimizar el dolor, etc.
Mientras que la sicológica se refiere a la humillación, discriminación o lenguaje de crítica hacia la madre, también se refleja cuando le impiden cargar o amamantar al neo nato.
Desafortunadamente, estos no son hechos aislados, en el año 2010 en México según datos del INEGI, ocurrieron 1 078 defunciones por complicaciones del embarazo, parto o puerperio. Con este número de defunciones, el índice de mortalidad materna es de 56 fallecimientos por cada cien mil nacidos vivos.
Chiapas,es uno de cuatro estados, Guanajuato, Durango y Veracruz, son los otros tres, en que se reconoce este fenómeno como una forma de violencia, aunque sólo Veracruz y Chiapas lo han tipificado como delito.
Con toda su cruenta realidad, la Violencia Obstétrica es un fenómeno normalizado socialmente pues incluso familiares y amigos llegan a violentar a la mujer embarazada o recién parida.
Así, la mujer se convierte nuevamente en el blanco de los descalificativos y su cuerpo queda a expensas de otros que juzgan, condenan o lesionan.
Resulta evidente que la lucha por los derechos de la mujer debe realizarlos la propia fémina afectada pues a pesar de la creación de leyes específicas para evitar el maltrato, el género femenino sigue siendo altamente vulnerable ante los embates de violencia sociales.
*Los nombres fueron cambiados por seguridad de las denunciantes
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