/ viernes 10 de junio de 2022

El Espectador | ¿Dónde compra su ropa el Presidente?

La Comisión Federal de Electricidad quiere que, en un escenario en el que la línea del presidente Andrés Manuel López Obrador es la vida austera, sus empleados vistan ropa de fifí. El pasado 24 de mayo, la empresa productiva del Estado asignó un contrato por alrededor de 140 millones de pesos a Liverpool, para que su personal acuda a las tiendas departamentales a comprar su ropa de oficina.

Hablamos del proceso licitatorio CFE-0300-CAAAN-0001-2022, por el que la CFE, que dirige Manuel Bartlett Díaz, adquirió 12 mil 206 monederos electrónicos con número particular e irrepetible, para que los empleados de áreas administrativas y de servicios puedan utilizarlo en la compra de ropa y calzado, de tipo formal, en franquicias o cadenas de tiendas departamentales con cobertura en las principales plazas de la República Mexicana. Cabe destacar que al procedimiento de compra, anunciado desde el 10 de mayo, se inscribió un solo participante, precisamente Distribuidora Liverpool SA de CV de Max David Michel, que ofreció el total de monederos por un monto de 139 millones 443 mil 87 pesos, con una bonificación reportada de 11.11 por ciento, para que la CFE pudiera reportar un ahorro en un contrato para el que tenía contemplado, de entrada, 157 millones de pesos.

La licitación, que terminó siendo en la práctica una adjudicación directa, se realizó mediante el sistema de puntos. Liverpool obtuvo una calificación perfecta de 20 puntos en la propuesta técnica, y se le asignaron los otros 80 restantes por la oferta económica, la única que se evaluó por el área de Procura de la CFE. Al final, la adjudicación fue para el participante que obtuvo los 100 puntos máximos de la evaluación.

En números, cada monedero electrónico ofrece a los empleados alrededor de 13 mil pesos para comprar ropa en las mencionadas tiendas departamentales. Éste un monto que duplica ya los apoyos que la misma CFE otorgaba durante el sexenio de Enrique Peña Nieto. Por ejemplo, en diciembre de 2017, la propia empresa firmó el contrato 700490335, en el que los mismos monederos electrónicos se adquirían por un monto unitario de seis mil 193 pesos.

El proveedor, sin importar la variación de costos, es siempre Liverpool, tanto en el sexenio pasado como en el actual. Esto en un mercado en el que participan jugadores como la propia SEARS de Carlos Slim o Coppel de Agustín Coppel, la última con precios considerablemente más bajos que los que se podrían conseguir en la cadena de tiendas de Max David Michel. Incluso, la propia Liverpool pudo haber participado con su formato Suburbia, adquirido en 2017 a Walmart.

Los trabajadores de CFE tienen, en definitiva, el derecho a tener prestaciones que les permitan adquirir ropa de elevada calidad, a vestir bien, pero la anécdota cobra relevancia en un gobierno que promueve una vida con tan sólo un par de zapatos. “Y hay empresarios en México riquísimos y austeros, estamos hablando de arriba, y nosotros en general tenemos que buscar la austeridad, comprar lo que necesitamos, no consumir de manera enfermiza, si ya tenemos zapatos ¿para qué más? si ya se tiene la ropa indispensable, sólo eso; si se puede, tener un vehículo modesto para el traslado. ¿Por qué el lujo?”, preguntó el Presidente en mayo del 2020 y eso se quedó en la mente de sus seguidores y críticos.


La Comisión Federal de Electricidad quiere que, en un escenario en el que la línea del presidente Andrés Manuel López Obrador es la vida austera, sus empleados vistan ropa de fifí. El pasado 24 de mayo, la empresa productiva del Estado asignó un contrato por alrededor de 140 millones de pesos a Liverpool, para que su personal acuda a las tiendas departamentales a comprar su ropa de oficina.

Hablamos del proceso licitatorio CFE-0300-CAAAN-0001-2022, por el que la CFE, que dirige Manuel Bartlett Díaz, adquirió 12 mil 206 monederos electrónicos con número particular e irrepetible, para que los empleados de áreas administrativas y de servicios puedan utilizarlo en la compra de ropa y calzado, de tipo formal, en franquicias o cadenas de tiendas departamentales con cobertura en las principales plazas de la República Mexicana. Cabe destacar que al procedimiento de compra, anunciado desde el 10 de mayo, se inscribió un solo participante, precisamente Distribuidora Liverpool SA de CV de Max David Michel, que ofreció el total de monederos por un monto de 139 millones 443 mil 87 pesos, con una bonificación reportada de 11.11 por ciento, para que la CFE pudiera reportar un ahorro en un contrato para el que tenía contemplado, de entrada, 157 millones de pesos.

La licitación, que terminó siendo en la práctica una adjudicación directa, se realizó mediante el sistema de puntos. Liverpool obtuvo una calificación perfecta de 20 puntos en la propuesta técnica, y se le asignaron los otros 80 restantes por la oferta económica, la única que se evaluó por el área de Procura de la CFE. Al final, la adjudicación fue para el participante que obtuvo los 100 puntos máximos de la evaluación.

En números, cada monedero electrónico ofrece a los empleados alrededor de 13 mil pesos para comprar ropa en las mencionadas tiendas departamentales. Éste un monto que duplica ya los apoyos que la misma CFE otorgaba durante el sexenio de Enrique Peña Nieto. Por ejemplo, en diciembre de 2017, la propia empresa firmó el contrato 700490335, en el que los mismos monederos electrónicos se adquirían por un monto unitario de seis mil 193 pesos.

El proveedor, sin importar la variación de costos, es siempre Liverpool, tanto en el sexenio pasado como en el actual. Esto en un mercado en el que participan jugadores como la propia SEARS de Carlos Slim o Coppel de Agustín Coppel, la última con precios considerablemente más bajos que los que se podrían conseguir en la cadena de tiendas de Max David Michel. Incluso, la propia Liverpool pudo haber participado con su formato Suburbia, adquirido en 2017 a Walmart.

Los trabajadores de CFE tienen, en definitiva, el derecho a tener prestaciones que les permitan adquirir ropa de elevada calidad, a vestir bien, pero la anécdota cobra relevancia en un gobierno que promueve una vida con tan sólo un par de zapatos. “Y hay empresarios en México riquísimos y austeros, estamos hablando de arriba, y nosotros en general tenemos que buscar la austeridad, comprar lo que necesitamos, no consumir de manera enfermiza, si ya tenemos zapatos ¿para qué más? si ya se tiene la ropa indispensable, sólo eso; si se puede, tener un vehículo modesto para el traslado. ¿Por qué el lujo?”, preguntó el Presidente en mayo del 2020 y eso se quedó en la mente de sus seguidores y críticos.