/ jueves 30 de junio de 2022

En la Mira | Pantelhó; entre violencia, autodefensas y pactos oscuros

En medio de un contexto de violencia que no se acaba, la detención del concejal presidente y la inminente designación de nuevas autoridades municipales, en tan sólo unas semanas, en julio próximo, se cumplirá un mes de la irrupción del grupo paramilitar o de autodefensas autodenominado como “El Machete” en el municipio de Pantelhó, Chiapas.

Fue el 10 de julio de 2021 cuando, tras días de enfrentamientos que dejaron a varias familias tsotsiles desplazadas, “El Machete” hizo su presentación formal en la escena pública. El grupo, que se asumió como autodefensa, emergió después del proceso electoral que había confirmado en el poder a la familia Trujillo Velasco y al grupo político de “Los Herrera” que estaban detrás de ellos.

Como en la mayoría de los municipios indígenas de Chiapas, donde los grupos armados mantienen secuestrada la paz, el tránsito de Pantelhó hacía el escenario de violencia criminal que enfrenta actualmente inició con el sobreempoderamiento de cacicazgos, bajo el cobijo omiso y también intencional de gobiernos estatales, a fin de mantener alianzas de control sobre diversas regiones de Chiapas, a costa de lo que sea.

Fue con el inicio del gobierno de Manuel Velasco Coello cuando el poder de “Los Herrera” se salió de toda proporción. La resistencia de grupos políticos antagonistas en Pantelhó (principalmente del PRI) y la estrategia de los operadores del Partido Verde Ecologista de México en Chiapas, para armar a sus aliados dentro de los municipios indígenas y someter a sus adversarios, se convirtió en la mezcla mortal que hizo del municipio un polvorín en combustión.

Pero el financiamiento de grupos políticos también abrió la puerta a la irrupción y el avance del crimen organizado, ligado al narcotráfico en la zona. Los cacicazgos terminaron mutando a liderazgos de la delincuencia organizada y las complicidades permearon en los gobiernos o autoridades de los tres niveles. “No había nada, presupuesto de obra pública o programa social, que no pasara por la autorización de Herrera Abarca y sus hijos (Los Herrera)”, denunciaron en 2020 habitantes del Pantelhó.

Con la ausencia del Estado y la permisividad de las autoridades estatales también se formaron otros grupos armados como “Los Ciriles” y “Los Capotes”, que tienen su centro de operaciones en la comunidad San Francisco El Triunfo. Pero fueron “Los Herrera” quienes impusieron su dominio, desasiéndose de sus enemigos, aunque estos fueran parte de su propia familia.

El punto de quiebre llegó el 5 de julio del año pasado cuando Simón Pedro Pérez López, líder de la organización Las Abejas de Acteal, fue asesinado a plena luz del día, frente a su hijo, en el municipio vecino de Simojovel. Lo asesinaron solamente nueve días después de que sirviera como canal de comunicación para que habitantes de Pantelhó pudieran entregar una carta de “auxilio” a la Secretaría General del Gobierno en la que denunciaron el creciente acoso del crimen organizado en la zona y solicitaran la urgente intervención de las autoridades.

Así fue como el 10 de julio se anunció el surgimiento del nuevo grupo de autodefensa “El Machete”. Según la propia organización, fueron los propios pobladores quienes se organizaron para iniciar lo que ellos mismo han denominado como “la limpieza y expulsión de los grupos criminales y sus aliados”, incluidos la alcaldesa interina en turno y el presidente municipal electo. De la procedencia de las armas y el financiamiento para su equipamiento durante la presentación no hubo mayores detalles.

A lo largo de un año, después de haber tomado el control del gobierno municipal, la desaparición de 21 personas durante la toma violenta de la cabecera municipal y numerosos enfrentamientos, “El Machete” mantiene hoy el control absoluto sobre el municipio. Sin embrago, parece que los vicios y excesos también los alcanzado muy pronto.

Apenas este fin de semana Pedro Cortez López, presidente del último Concejo Municipal, denunció públicamente a los integrantes de “El Machete” (con nombre y apellido) por presuntamente haberlo obligado a entregarles 740 mil pesos del presupuesto municipal y pedirle obras por 29 millones de pesos a cambio de no atentar contra la vida de él y su familia. Paradójicamente, horas después Cortez López fue detenido por la fiscalía acusado de la desaparición de las 21 personas hace un año.

La situación en Pantelhó resulta hoy bastante compleja y turbia. “El Machete” ha anunciado ya el proceso para elegir a las nuevas autoridades municipales, mientras en el Congreso de Chiapas, encargado de designar -de nueva cuenta- al Concejo Municipal siguiente, guarda silencio sobre la situación en ese rincón de Chiapas, plagado de anarquía e ingobernabilidad por razones de mafias criminales y pactos oscuros bastante inciertos… así las cosas.

En medio de un contexto de violencia que no se acaba, la detención del concejal presidente y la inminente designación de nuevas autoridades municipales, en tan sólo unas semanas, en julio próximo, se cumplirá un mes de la irrupción del grupo paramilitar o de autodefensas autodenominado como “El Machete” en el municipio de Pantelhó, Chiapas.

Fue el 10 de julio de 2021 cuando, tras días de enfrentamientos que dejaron a varias familias tsotsiles desplazadas, “El Machete” hizo su presentación formal en la escena pública. El grupo, que se asumió como autodefensa, emergió después del proceso electoral que había confirmado en el poder a la familia Trujillo Velasco y al grupo político de “Los Herrera” que estaban detrás de ellos.

Como en la mayoría de los municipios indígenas de Chiapas, donde los grupos armados mantienen secuestrada la paz, el tránsito de Pantelhó hacía el escenario de violencia criminal que enfrenta actualmente inició con el sobreempoderamiento de cacicazgos, bajo el cobijo omiso y también intencional de gobiernos estatales, a fin de mantener alianzas de control sobre diversas regiones de Chiapas, a costa de lo que sea.

Fue con el inicio del gobierno de Manuel Velasco Coello cuando el poder de “Los Herrera” se salió de toda proporción. La resistencia de grupos políticos antagonistas en Pantelhó (principalmente del PRI) y la estrategia de los operadores del Partido Verde Ecologista de México en Chiapas, para armar a sus aliados dentro de los municipios indígenas y someter a sus adversarios, se convirtió en la mezcla mortal que hizo del municipio un polvorín en combustión.

Pero el financiamiento de grupos políticos también abrió la puerta a la irrupción y el avance del crimen organizado, ligado al narcotráfico en la zona. Los cacicazgos terminaron mutando a liderazgos de la delincuencia organizada y las complicidades permearon en los gobiernos o autoridades de los tres niveles. “No había nada, presupuesto de obra pública o programa social, que no pasara por la autorización de Herrera Abarca y sus hijos (Los Herrera)”, denunciaron en 2020 habitantes del Pantelhó.

Con la ausencia del Estado y la permisividad de las autoridades estatales también se formaron otros grupos armados como “Los Ciriles” y “Los Capotes”, que tienen su centro de operaciones en la comunidad San Francisco El Triunfo. Pero fueron “Los Herrera” quienes impusieron su dominio, desasiéndose de sus enemigos, aunque estos fueran parte de su propia familia.

El punto de quiebre llegó el 5 de julio del año pasado cuando Simón Pedro Pérez López, líder de la organización Las Abejas de Acteal, fue asesinado a plena luz del día, frente a su hijo, en el municipio vecino de Simojovel. Lo asesinaron solamente nueve días después de que sirviera como canal de comunicación para que habitantes de Pantelhó pudieran entregar una carta de “auxilio” a la Secretaría General del Gobierno en la que denunciaron el creciente acoso del crimen organizado en la zona y solicitaran la urgente intervención de las autoridades.

Así fue como el 10 de julio se anunció el surgimiento del nuevo grupo de autodefensa “El Machete”. Según la propia organización, fueron los propios pobladores quienes se organizaron para iniciar lo que ellos mismo han denominado como “la limpieza y expulsión de los grupos criminales y sus aliados”, incluidos la alcaldesa interina en turno y el presidente municipal electo. De la procedencia de las armas y el financiamiento para su equipamiento durante la presentación no hubo mayores detalles.

A lo largo de un año, después de haber tomado el control del gobierno municipal, la desaparición de 21 personas durante la toma violenta de la cabecera municipal y numerosos enfrentamientos, “El Machete” mantiene hoy el control absoluto sobre el municipio. Sin embrago, parece que los vicios y excesos también los alcanzado muy pronto.

Apenas este fin de semana Pedro Cortez López, presidente del último Concejo Municipal, denunció públicamente a los integrantes de “El Machete” (con nombre y apellido) por presuntamente haberlo obligado a entregarles 740 mil pesos del presupuesto municipal y pedirle obras por 29 millones de pesos a cambio de no atentar contra la vida de él y su familia. Paradójicamente, horas después Cortez López fue detenido por la fiscalía acusado de la desaparición de las 21 personas hace un año.

La situación en Pantelhó resulta hoy bastante compleja y turbia. “El Machete” ha anunciado ya el proceso para elegir a las nuevas autoridades municipales, mientras en el Congreso de Chiapas, encargado de designar -de nueva cuenta- al Concejo Municipal siguiente, guarda silencio sobre la situación en ese rincón de Chiapas, plagado de anarquía e ingobernabilidad por razones de mafias criminales y pactos oscuros bastante inciertos… así las cosas.