/ jueves 19 de marzo de 2020

Fuera de Agenda | Corruptelas aeroportuarias


La que se presagia como inminente contigencia sanitaria, ante la posible expansión de casos de Covid-19, no podrá explicarse sin el rol que juega el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) como una de las principales puertas de entrada al país.

En dias pasados se anunció que habría un reforzamiento de filtros sanitarios en la terminal aérea, algo que ha sido desmentido por los usuarios que a través de videos en redes sociales han exhibido un vacío en los controles.

La desidia que las autoridades tienen en el AICM no se entiende sin el rol que juegan los efectivos ahí destacados de la Guardia Nacional, en su mayoría agentes de la desaparecida Policía Federal.

En días pasados un grupo de agentes hizo llegar una denuncia a este espacio sobre las posibles irregularidades que cometen los efectivos bajo el mando del comisario José Ricardo Carrasco Tovar, jefe desde diciembre pasado de la Guardia Nacional en la terminal aérea.

Carrasco Tovar es un oficial que lleva mas de 35 años de servicio en distintas áreas de lo que fue la Policía Federal. En 2014 se le abrió un expediente en asuntos internos por acoso laboral, extorsión y nepotismo. Tras su nombramiento en el AICM estas prácticas han vuelto a relucir.

Los agentes inconformes cuentan la historia detrás del decomiso de 16 millones de pesos ocurrido el pasado 24 de febrero en el aeropuerto. La primera duda es cómo le hizo uno de los dos individuos que viajaba con el dinero en efectivo para llegar a sala de última espera y salvar los filtros de la GN. Llama la atención que otro de los involucrados fue detectado con 14 millones envueltos en bolsas de plástico en el área de rayos x.

La respuesta está en los oficiales a cargo, gente cercana al comisario Carrasco Tovar, quienes también han tenido acusaciones de actos de corrupción en el pasado. Uno de los señalados es el oficial Wong Guerra, encargado de las salas de última espera y responsable de los filtros del aeropuerto. Con él se menciona a la oficial Brenda Toledo, una agente que arrastra señalamientos públicos de corruptelas cuando estuvo a cargo del área de “peso y dimensiones” en la inspección de la Policía Federal en el tramo carretero Texcoco-Lecheria, considerada una ruta de extorsión a transportistas por agentes de la corporación.

Toledo y Wong, controlan esta área del aeropuerto colocando por órdenes del comisario Carrasco Tovar a agentes de su entera confianza, aquellos que entienden de las claves sobre ciertos pasajeros que pueden embarcar sin generar sospecha pese a que han sucedido “sorpresas”como la de febrero pasado.

El suministro de agua a través de pipas a las instalaciones aeroportuarias, es también otro “nido de corruptelas”. Señalan al subinspector Juan Zenón Velasquez y al inspector de apellidos Tobón Barrientos de estar detrás del cobro semanal a las unidades que surten del liquido a la terminal aérea. El cobro se hace pese a que la empresa que surte de agua al aeropuerto, fue acusada hace unas semanas por vecinos de las colonias aledañas de “robar” el líquido de los pozos de los que dependen sus viviendas, lo que ha provocado escasez.

Mas allá de estas denuncias la pregunta que surge es, ¿tendrá la GN un plan de contigencia ante el inminente despunte de casos de Covid-19 que entran por el aeropuerto?

@velediaz424


La que se presagia como inminente contigencia sanitaria, ante la posible expansión de casos de Covid-19, no podrá explicarse sin el rol que juega el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) como una de las principales puertas de entrada al país.

En dias pasados se anunció que habría un reforzamiento de filtros sanitarios en la terminal aérea, algo que ha sido desmentido por los usuarios que a través de videos en redes sociales han exhibido un vacío en los controles.

La desidia que las autoridades tienen en el AICM no se entiende sin el rol que juegan los efectivos ahí destacados de la Guardia Nacional, en su mayoría agentes de la desaparecida Policía Federal.

En días pasados un grupo de agentes hizo llegar una denuncia a este espacio sobre las posibles irregularidades que cometen los efectivos bajo el mando del comisario José Ricardo Carrasco Tovar, jefe desde diciembre pasado de la Guardia Nacional en la terminal aérea.

Carrasco Tovar es un oficial que lleva mas de 35 años de servicio en distintas áreas de lo que fue la Policía Federal. En 2014 se le abrió un expediente en asuntos internos por acoso laboral, extorsión y nepotismo. Tras su nombramiento en el AICM estas prácticas han vuelto a relucir.

Los agentes inconformes cuentan la historia detrás del decomiso de 16 millones de pesos ocurrido el pasado 24 de febrero en el aeropuerto. La primera duda es cómo le hizo uno de los dos individuos que viajaba con el dinero en efectivo para llegar a sala de última espera y salvar los filtros de la GN. Llama la atención que otro de los involucrados fue detectado con 14 millones envueltos en bolsas de plástico en el área de rayos x.

La respuesta está en los oficiales a cargo, gente cercana al comisario Carrasco Tovar, quienes también han tenido acusaciones de actos de corrupción en el pasado. Uno de los señalados es el oficial Wong Guerra, encargado de las salas de última espera y responsable de los filtros del aeropuerto. Con él se menciona a la oficial Brenda Toledo, una agente que arrastra señalamientos públicos de corruptelas cuando estuvo a cargo del área de “peso y dimensiones” en la inspección de la Policía Federal en el tramo carretero Texcoco-Lecheria, considerada una ruta de extorsión a transportistas por agentes de la corporación.

Toledo y Wong, controlan esta área del aeropuerto colocando por órdenes del comisario Carrasco Tovar a agentes de su entera confianza, aquellos que entienden de las claves sobre ciertos pasajeros que pueden embarcar sin generar sospecha pese a que han sucedido “sorpresas”como la de febrero pasado.

El suministro de agua a través de pipas a las instalaciones aeroportuarias, es también otro “nido de corruptelas”. Señalan al subinspector Juan Zenón Velasquez y al inspector de apellidos Tobón Barrientos de estar detrás del cobro semanal a las unidades que surten del liquido a la terminal aérea. El cobro se hace pese a que la empresa que surte de agua al aeropuerto, fue acusada hace unas semanas por vecinos de las colonias aledañas de “robar” el líquido de los pozos de los que dependen sus viviendas, lo que ha provocado escasez.

Mas allá de estas denuncias la pregunta que surge es, ¿tendrá la GN un plan de contigencia ante el inminente despunte de casos de Covid-19 que entran por el aeropuerto?

@velediaz424