/ jueves 1 de abril de 2021

Fuera de Agenda | Humillación en la frontera sur


Circula un video que dura un minuto con nueve segundos donde aparecen nueve integrantes de un pelotón del 15 Regimiento de Caballería Motorizado. Uno por uno se presentan ante la cámara con nombre y rango, las imágenes son en un paraje sin ubicar dentro del área fronteriza de Mazapa de Madero, Chiapas y Tacaná, Guatemala, donde estaban retenidos.

La molestia de los soldados frente a la cámara es evidente ante las órdenes de un individuo que no sale a cuadro, quien los obliga a decir su nombre y quitarse el gorro de campaña delante de la lente.

Las imágenes han despertado molestia y enojo entre la tropa y oficiales en un amplio sector del Ejército por la suma de dos factores. El primero por la versión de que la muerte de un civil de origen guatemalteco en un retén a las afueras de Motozintla, Chiapas, fue “un error” de los soldados en palabras del general Luis Crescensio Sandoval González, secretario de la Defensa Nacional. El segundo por esta nueva humillación al quedar sometidos por grupos de civiles, entre los que por lo regular se mezclan individuos con intereses con grupos criminales.

El pasado lunes 29 de marzo en un puesto de control carretero cercano a Mazapa de Madero, Chiapas, un grupo de soldados marcaron el alto a un vehículo donde viajaban tres individuos. El vehículo retrocedió tratando de eludir la revisión, los militares se acercaron y uno de los individuos sacó un arma para amedrentarlos.

Esta versión proporcionada por militares en aquella zona señala que uno de los soldados, siguiendo el procedimiento sistemático de operar, disparó y mató al sujeto que resultó ser de nacionalidad guatemalteca. Enseguida vino una protesta de pobladores entre los que se mezclaron ciudadanos guatemaltecos. La turba retuvo a una sección, integrada por 15 soldados, tres vehículos oficiales y se apropió de 17 armas de los militares.

La crisis activó la alerta y obligó al general de división Jaime González Ávalos, comandante de la séptima región militar a trasladarse al lugar. El incidente comenzó alrededor de la una de la tarde, se prolongó durante el resto del día y por la noche liberaron a nueve soldados. A las 03:00 de la madrugada fueron liberados los seis restantes. La condición fue el pago de una indeminización a los familiares de la víctima, algunos medios mencionaron un monto de un millón de pesos.

Sin embargo las circunstancias de la liberación generaron confusión que abonó al conflicto en la frontera sur. Los hechos fueron reportados en territorio chiapaneco. Sin embargo el ejército de Guatemala informó que los soldados mexicanos fueron retenidos en su territorio, y por intervención de mandos de la Brigada de Operaciones para Montaña fueron liberados en el poblado de San Marcos, en la región de Tacaná, limítrofe con Chiapas.

¿Ciudadanos guatemaltecos “secuestraron” soldados mexicanos en Chiapas, cruzaron la frontera y se los llevaron a su pueblo? O ¿militares mexicanos entraron a territorio guatemalteco y accionaron sus armas privando de la vida a un ciudadano de aquel país?

No queda del todo claro cómo sucedió de principio a fin el altercado, lo único cierto fue que la humillación de nueva cuenta exhibió la deficiente política de seguridad del gobierno mexicano.

@velediaz424


Circula un video que dura un minuto con nueve segundos donde aparecen nueve integrantes de un pelotón del 15 Regimiento de Caballería Motorizado. Uno por uno se presentan ante la cámara con nombre y rango, las imágenes son en un paraje sin ubicar dentro del área fronteriza de Mazapa de Madero, Chiapas y Tacaná, Guatemala, donde estaban retenidos.

La molestia de los soldados frente a la cámara es evidente ante las órdenes de un individuo que no sale a cuadro, quien los obliga a decir su nombre y quitarse el gorro de campaña delante de la lente.

Las imágenes han despertado molestia y enojo entre la tropa y oficiales en un amplio sector del Ejército por la suma de dos factores. El primero por la versión de que la muerte de un civil de origen guatemalteco en un retén a las afueras de Motozintla, Chiapas, fue “un error” de los soldados en palabras del general Luis Crescensio Sandoval González, secretario de la Defensa Nacional. El segundo por esta nueva humillación al quedar sometidos por grupos de civiles, entre los que por lo regular se mezclan individuos con intereses con grupos criminales.

El pasado lunes 29 de marzo en un puesto de control carretero cercano a Mazapa de Madero, Chiapas, un grupo de soldados marcaron el alto a un vehículo donde viajaban tres individuos. El vehículo retrocedió tratando de eludir la revisión, los militares se acercaron y uno de los individuos sacó un arma para amedrentarlos.

Esta versión proporcionada por militares en aquella zona señala que uno de los soldados, siguiendo el procedimiento sistemático de operar, disparó y mató al sujeto que resultó ser de nacionalidad guatemalteca. Enseguida vino una protesta de pobladores entre los que se mezclaron ciudadanos guatemaltecos. La turba retuvo a una sección, integrada por 15 soldados, tres vehículos oficiales y se apropió de 17 armas de los militares.

La crisis activó la alerta y obligó al general de división Jaime González Ávalos, comandante de la séptima región militar a trasladarse al lugar. El incidente comenzó alrededor de la una de la tarde, se prolongó durante el resto del día y por la noche liberaron a nueve soldados. A las 03:00 de la madrugada fueron liberados los seis restantes. La condición fue el pago de una indeminización a los familiares de la víctima, algunos medios mencionaron un monto de un millón de pesos.

Sin embargo las circunstancias de la liberación generaron confusión que abonó al conflicto en la frontera sur. Los hechos fueron reportados en territorio chiapaneco. Sin embargo el ejército de Guatemala informó que los soldados mexicanos fueron retenidos en su territorio, y por intervención de mandos de la Brigada de Operaciones para Montaña fueron liberados en el poblado de San Marcos, en la región de Tacaná, limítrofe con Chiapas.

¿Ciudadanos guatemaltecos “secuestraron” soldados mexicanos en Chiapas, cruzaron la frontera y se los llevaron a su pueblo? O ¿militares mexicanos entraron a territorio guatemalteco y accionaron sus armas privando de la vida a un ciudadano de aquel país?

No queda del todo claro cómo sucedió de principio a fin el altercado, lo único cierto fue que la humillación de nueva cuenta exhibió la deficiente política de seguridad del gobierno mexicano.

@velediaz424