/ martes 18 de junio de 2019

Los migrantes no lo son por gusto

Carrereando la chuleta


Con motivo de la muestra fotográfica que se montó en el Teatro de la Ciudad, estuve platicando con Kristin Riis Halvorsen, jefa de la ACNUR (Agencia de la ONU para los Refugiados) en Tapachula y hay varios datos que me gustaría compartir con usted querido lector.

Para comenzar el material de esta muestra se obtuvo de un taller que se realizó con mujeres solicitantes de la condición de refugiadas en México. Y créame que si bien la situación de los migrantes crea polémica porque no tenemos la capacidad de ayudarlos, y lo que podamos hacer por ellos son cosas que se dejan de hacer por los propios mexicanos, la verdad es que muchos de ellos tienen historias verdaderamente trágicas y ésta fue una forma en que pudieran expresar lo que están sintiendo, porque curiosamente son mujeres que tienen que ser fuertes para todos, para sus hijos, sus padres e incluso sus maridos.

Es muy triste darse cuenta que ven en este terruño que usted y yo sentimos como propio, una esperanza, para ellas y para su familia, la fortaleza sembrada en la ilusión de una nueva forma de vida, lejos tal vez de la violencia, de la inseguridad, de la muerte, y es triste porque nada les garantiza ni que se puedan quedar aquí ni que efectivamente va a ser así como lo creen, porque insisto, ni para muchos mexicanos lo es.

Para Kristin Riis, estas imágenes tan diversas transmiten paz, armonía, seguridad, un lugar que les podría permitir rehacer su vida, y así pudimos observar mujeres abrazándose, puestas de sol, un niño jugando en un columpio, cuando a veces esos pequeños vivían escondidos en su casa, no iban a la escuela, no salían a jugar, por miedo, por salvaguardar su vida.

La migración es un tema universal, el pedir asilo está plasmado en la declaración de los Derechos Humanos, el tener una protección en otra tierra, pero no podemos acogerlos para que vivan en las mismas o peores condiciones ¿no cree?

“En eso son muy similares las fronteras -me comentó- la gente cruza y llega con los mismos miedos, pero también con la misma esperanza de que alguien te dé un techo, comida, y que la vida puede ser mejor. Felizmente esos miedos se pueden convertir en esa esperanza”.

La ACNUR busca con este tipo de eventos que la sociedad entienda y en su momento acepte la condición migratoria. El caso de nuestro país es un poco diferente a otras fronteras, toda vez que muchos de los migrantes que tenemos se debe a que a las personas no les queda otro remedio, por lo que la ACNUR está buscando ya un diálogo con los países de origen de los migrantes para que se resuelva el por qué se están yendo, y ojalá se unieran los gobiernos.

México, Chiapas, Tapachula, los recibe, les da a conocer su situación, voy de acuerdo, pero justo antes de eso se tendría que hacer un trabajo a conciencia en los países de origen para que se asuman de manera regional los compromisos necesarios para trabajar esas problemáticas, por ejemplo en materia de seguridad, para que esos temas complejos se manejen de manera integral e interinstitucional, es decir, no basta con recibirlos, hay que evitar que salgan de su país, que sería mucho mejor para todos.

Y es cierto querido lector, creo que serían muy poquitas las personas que si se les entrevistara dirían que son migrantes por mero gusto, la mayoría tiene razones de peso, el punto es que no tenemos con qué responderles, así que ojalá se encontraran los mecanismos para que no hubiera esta necesidad.

Como nota cultural y por si no lo sabía, la ACNUR es una organización mundial cuya misión es salvar las vidas, proteger los derechos humanos y apoyar al gobierno para que se les pueda brindar protección a estas personas, a través de asesoría técnica, la creación de albergues, el apoyo en la educación de los adultos para que se puedan incorporar al mercado laboral, y con programas socio culturales, como el que dio origen a esta muestra.


Carrereando la chuleta


Con motivo de la muestra fotográfica que se montó en el Teatro de la Ciudad, estuve platicando con Kristin Riis Halvorsen, jefa de la ACNUR (Agencia de la ONU para los Refugiados) en Tapachula y hay varios datos que me gustaría compartir con usted querido lector.

Para comenzar el material de esta muestra se obtuvo de un taller que se realizó con mujeres solicitantes de la condición de refugiadas en México. Y créame que si bien la situación de los migrantes crea polémica porque no tenemos la capacidad de ayudarlos, y lo que podamos hacer por ellos son cosas que se dejan de hacer por los propios mexicanos, la verdad es que muchos de ellos tienen historias verdaderamente trágicas y ésta fue una forma en que pudieran expresar lo que están sintiendo, porque curiosamente son mujeres que tienen que ser fuertes para todos, para sus hijos, sus padres e incluso sus maridos.

Es muy triste darse cuenta que ven en este terruño que usted y yo sentimos como propio, una esperanza, para ellas y para su familia, la fortaleza sembrada en la ilusión de una nueva forma de vida, lejos tal vez de la violencia, de la inseguridad, de la muerte, y es triste porque nada les garantiza ni que se puedan quedar aquí ni que efectivamente va a ser así como lo creen, porque insisto, ni para muchos mexicanos lo es.

Para Kristin Riis, estas imágenes tan diversas transmiten paz, armonía, seguridad, un lugar que les podría permitir rehacer su vida, y así pudimos observar mujeres abrazándose, puestas de sol, un niño jugando en un columpio, cuando a veces esos pequeños vivían escondidos en su casa, no iban a la escuela, no salían a jugar, por miedo, por salvaguardar su vida.

La migración es un tema universal, el pedir asilo está plasmado en la declaración de los Derechos Humanos, el tener una protección en otra tierra, pero no podemos acogerlos para que vivan en las mismas o peores condiciones ¿no cree?

“En eso son muy similares las fronteras -me comentó- la gente cruza y llega con los mismos miedos, pero también con la misma esperanza de que alguien te dé un techo, comida, y que la vida puede ser mejor. Felizmente esos miedos se pueden convertir en esa esperanza”.

La ACNUR busca con este tipo de eventos que la sociedad entienda y en su momento acepte la condición migratoria. El caso de nuestro país es un poco diferente a otras fronteras, toda vez que muchos de los migrantes que tenemos se debe a que a las personas no les queda otro remedio, por lo que la ACNUR está buscando ya un diálogo con los países de origen de los migrantes para que se resuelva el por qué se están yendo, y ojalá se unieran los gobiernos.

México, Chiapas, Tapachula, los recibe, les da a conocer su situación, voy de acuerdo, pero justo antes de eso se tendría que hacer un trabajo a conciencia en los países de origen para que se asuman de manera regional los compromisos necesarios para trabajar esas problemáticas, por ejemplo en materia de seguridad, para que esos temas complejos se manejen de manera integral e interinstitucional, es decir, no basta con recibirlos, hay que evitar que salgan de su país, que sería mucho mejor para todos.

Y es cierto querido lector, creo que serían muy poquitas las personas que si se les entrevistara dirían que son migrantes por mero gusto, la mayoría tiene razones de peso, el punto es que no tenemos con qué responderles, así que ojalá se encontraran los mecanismos para que no hubiera esta necesidad.

Como nota cultural y por si no lo sabía, la ACNUR es una organización mundial cuya misión es salvar las vidas, proteger los derechos humanos y apoyar al gobierno para que se les pueda brindar protección a estas personas, a través de asesoría técnica, la creación de albergues, el apoyo en la educación de los adultos para que se puedan incorporar al mercado laboral, y con programas socio culturales, como el que dio origen a esta muestra.