/ viernes 9 de agosto de 2019

Óscar Gurría, violador de derechos humanos de comerciantes. 

Clase Política

El factor ‘tira la piedra esconde la mano’ sigue trastocando los intereses de la ciudadanía tapachulteca. En las últimas horas han incrementado las denuncias en contra del nefasto presidente municipal, Óscar Gurría Penagos y su director del ambulantaje Raul Ávalos. Y es que ambos insisten en convertir el comercio informal en un jugoso negocio en el actual trienio que está dejando millonarias ganancias que ni siquiera son cuantificadas en la Tesorería Municipal, donde cómodamente despacha a favor de sus intereses Ernesto Navarro D’amiano y sus compinches.

Una vez más, Óscar Gurría no le importa trastocar la integridad física de los comerciantes, mucho menos dañar y lacerar a quienes se esfuerzan por trabajar para mantener a sus seres queridos. Le vale un cacahuate que la gente coma, mantenga a sus hijos y salga adelante dignamente con una actividad económica.

Gurría y sus funcionarios tachados de corruptos y lacras les encanta enterrar el diente y lucrar con el dolor ajeno, “refieren comerciantes de mercados públicos hartos de excesos y abusos propiciados por el ayuntamiento de la Cuarta Transformación que resultó peor, según ellos, que los anteriores ayuntamientos tachados de corruptos”.

El factor peine es un claro delito de extorsión. Es muy evidente a estas alturas del ayuntamiento local que peca de inocente y simula su falsa y podrida honestidad.

Son funcionarios de ocasión abocados a simular y promover demagogia que se han peleado con diversos sectores de tapachultecos que repudian las políticas falsas de Gurría y asociados.

Lamentablemente lejos de servirle a la población, es evidente que se vinieron a servir con la cuchara grande, lucrando con el dolor ajeno.

La historia de la dirección del ambulantaje está batida de corrupción. Llena de ambición, perversidad, menoscabo, lucro, abusiva, desmedida, complicidad y descaro para aprovecharse de la gente.

Resultó coche y trompudo funcionario de Gurría

En el mercado San Juan de Tapachula, comerciantes acusan a Raúl Ávalos, supuesto excoordinador de asesores de Óscar Gurría de fantoche y corrupto. Afirman, que no le basta ser director del ambulantaje porque ante la apremiante mamazón ahora determinó ser el administrador de este mercado donde las ganancias son fructíferas y millonarias. Vinieron a salir de pobres. Son funcionarios sinvergüenzas y carentes de dignidad y valores. Expertos en timar y aprovecharse de hombres y madres de familia que desde hace varios meses han aportado a la caja chica del ambulantaje, dejándole a Gurría y sus funcionarios ganancias millonarias.

Honestidad como aguja en un pajar en Tapachula.

Ante los hechos, los sectores comerciantes hicieron un llamado a Óscar Gurría para que deje de estar promoviendo el lucro, chantaje y la presunta extorsión contra los comerciantes informales quienes les permiten su reinstalación en las calles para venderle espejitos a cambio de cuotas. Al paso de semanas les aplican la mordida descarada y perversa pero con actos de violencia excesiva que han lacerado sus derechos humanos, incluso, hay hechos documentados de mujeres lesionadas, golpeadas, abusadas con el yugo violento que caracteriza a los inspectores de Servicios Públicos Municipales. ¿Y quién hace algo al respecto?

Comerciantes suplican ayuda de la FGE y DIF Chiapas

Hacen un llamado al DIF Chiapas y la Fiscalía General del Estado (FGE) para que atiendan las denuncias de violencia de género causada por funcionarios corruptos del ayuntamiento de Tapchula. En febrero de 2018, el propio ayuntamiento de Óscar Gurría acompañado por la titular del DIF Municipal, Laura García Arjona, dieron datos sobre 100 casos de violencia de género en Tapachula. Meses más tarde, una ola de feminicidios trascendió a los cuatro vientos sin que a la fecha la instancia local se ocupe en sus funciones para la prevención del delito. Sus propios funcionarios de Servicios Públicos y ambulantaje promueven la rapiña, el saqueo, el asalto público y la violencia con lujo de descaro.

Nexos y Contextos


Clase Política

El factor ‘tira la piedra esconde la mano’ sigue trastocando los intereses de la ciudadanía tapachulteca. En las últimas horas han incrementado las denuncias en contra del nefasto presidente municipal, Óscar Gurría Penagos y su director del ambulantaje Raul Ávalos. Y es que ambos insisten en convertir el comercio informal en un jugoso negocio en el actual trienio que está dejando millonarias ganancias que ni siquiera son cuantificadas en la Tesorería Municipal, donde cómodamente despacha a favor de sus intereses Ernesto Navarro D’amiano y sus compinches.

Una vez más, Óscar Gurría no le importa trastocar la integridad física de los comerciantes, mucho menos dañar y lacerar a quienes se esfuerzan por trabajar para mantener a sus seres queridos. Le vale un cacahuate que la gente coma, mantenga a sus hijos y salga adelante dignamente con una actividad económica.

Gurría y sus funcionarios tachados de corruptos y lacras les encanta enterrar el diente y lucrar con el dolor ajeno, “refieren comerciantes de mercados públicos hartos de excesos y abusos propiciados por el ayuntamiento de la Cuarta Transformación que resultó peor, según ellos, que los anteriores ayuntamientos tachados de corruptos”.

El factor peine es un claro delito de extorsión. Es muy evidente a estas alturas del ayuntamiento local que peca de inocente y simula su falsa y podrida honestidad.

Son funcionarios de ocasión abocados a simular y promover demagogia que se han peleado con diversos sectores de tapachultecos que repudian las políticas falsas de Gurría y asociados.

Lamentablemente lejos de servirle a la población, es evidente que se vinieron a servir con la cuchara grande, lucrando con el dolor ajeno.

La historia de la dirección del ambulantaje está batida de corrupción. Llena de ambición, perversidad, menoscabo, lucro, abusiva, desmedida, complicidad y descaro para aprovecharse de la gente.

Resultó coche y trompudo funcionario de Gurría

En el mercado San Juan de Tapachula, comerciantes acusan a Raúl Ávalos, supuesto excoordinador de asesores de Óscar Gurría de fantoche y corrupto. Afirman, que no le basta ser director del ambulantaje porque ante la apremiante mamazón ahora determinó ser el administrador de este mercado donde las ganancias son fructíferas y millonarias. Vinieron a salir de pobres. Son funcionarios sinvergüenzas y carentes de dignidad y valores. Expertos en timar y aprovecharse de hombres y madres de familia que desde hace varios meses han aportado a la caja chica del ambulantaje, dejándole a Gurría y sus funcionarios ganancias millonarias.

Honestidad como aguja en un pajar en Tapachula.

Ante los hechos, los sectores comerciantes hicieron un llamado a Óscar Gurría para que deje de estar promoviendo el lucro, chantaje y la presunta extorsión contra los comerciantes informales quienes les permiten su reinstalación en las calles para venderle espejitos a cambio de cuotas. Al paso de semanas les aplican la mordida descarada y perversa pero con actos de violencia excesiva que han lacerado sus derechos humanos, incluso, hay hechos documentados de mujeres lesionadas, golpeadas, abusadas con el yugo violento que caracteriza a los inspectores de Servicios Públicos Municipales. ¿Y quién hace algo al respecto?

Comerciantes suplican ayuda de la FGE y DIF Chiapas

Hacen un llamado al DIF Chiapas y la Fiscalía General del Estado (FGE) para que atiendan las denuncias de violencia de género causada por funcionarios corruptos del ayuntamiento de Tapchula. En febrero de 2018, el propio ayuntamiento de Óscar Gurría acompañado por la titular del DIF Municipal, Laura García Arjona, dieron datos sobre 100 casos de violencia de género en Tapachula. Meses más tarde, una ola de feminicidios trascendió a los cuatro vientos sin que a la fecha la instancia local se ocupe en sus funciones para la prevención del delito. Sus propios funcionarios de Servicios Públicos y ambulantaje promueven la rapiña, el saqueo, el asalto público y la violencia con lujo de descaro.

Nexos y Contextos