/ lunes 17 de diciembre de 2018

TODOS A CARGAR NUESTRA MOCHILA

CARREREANDO LA CHULETA


Ya inició el Guadalupe-Reyes, las posadas, los convivios de la escuela, del trabajo, con los amigos y con ello la generación de un montón de basura: platos desechables, vasos de unicel para el ponche, de plástico para el refresco, los moldes de las gelatinas, las piñatas, la envoltura de los regalos, en fin ¡Feliz Año Nuevo! al planeta.

Hemos visto innumerables campañas de no al uso de popotes, de bolsas de plástico y ahora al de desechables. Yo estoy completamente de acuerdo, nomás que vamos a tener que cargar una mochila en donde traigamos nuestro plato, cubiertos, jarro pa´l ponche, vaso pa´la cuba, caballito pa´l tequila, bolsa pa’l mandado, tuppers para que nos pongan el jamón o la carne, más lo que se ofrezca después.

Es complicado eso de ser ecológico, pero más nos vale que nos vayamos acostumbrando porque si no, ignoro dónde vayamos a vivir. Comencemos con una cosa a la vez, con la que le sea más fácil, pero que no termine este año así nomás como los otros.

Para muchos es moda, como eso de ser vegano o ser de izquierda, ahora resulta que nadie come carne y que no había derechistas en la sociedad, sabemos que no es así, pero en este caso vamos a tener que hacer un esfuerzo y plantearnos nuevos modos de vida.

Hasta aquí las cosas dependen de nosotros y sólo de nosotros, de nuestra voluntad, disciplina y amor a la tierra en la que vivimos y en la que esperamos viva nuestra descendencia. Ahora viene la parte realmente complicada, el que sea tomado en cuenta todo el ingenio que en materia de ecología tenemos los mexicanos, me encontré algunos ejemplos que llamaron mi atención, pero seguro estoy de que hay muchos, muchos más que son una verdadera solución pero que nadie apoya.

Por ejemplo, los platos desechables elaborados a base de nopal los desarrollaron jóvenes estudiantes, una alternativa por ejemplo para las posadas. No contaminan, se degradan en aproximadamente en 3 semanas, se pueden utilizar como composta y no dañan a los animales que llegaran a consumirlos. Están buscando cómo industrializar su fabricación para poder hacer además vasos, cubiertos, etc.

Las colillas de cigarro, aunque nadie les ha hecho la mala publicidad que le tocó por ejemplo a los popotes y no porque los defienda, sino porque desafortunadamente hay un montón de cosas dañinas de las que poco se dice, como ésta que es una fuente enorme de contaminación, una sola colilla es capaz de contaminar hasta 50 litros de agua, de ese tamaño es el daño. Un joven mexicano descubrió un hongo que crece en la madera y se alimenta de celulosa, el cual es capaz de acelerar la degradación de las colillas de cigarro que en condiciones normales tarda hasta 25 años. Ahora busca reutilizar las colillas para la elaboración de papel y así disminuir la tala y la contaminación de mantos acuíferos, por ahora, ya se elaboran cuadernos hechos en casa.

Las bolsas para basura hechas a partir de los restos del maíz buscan ser la sustitución de las de plástico, el objetivo es que se pueda ofrecer la misma resistencia que las bolsas hechas con polietileno de alta densidad, pero sin el peligro ambiental que representan sus contaminantes, además, si estas bolsas llegaran a un espacio natural o al mar y los animales se las comieran, no estarían en riesgo, ya que su composición no es tóxica.

Todas son invenciones de jóvenes mexicanos, preocupados y ocupados. Quién sabe cómo vaya a quedar el estira y afloje de los dineros para la ciencia, para el apoyo al emprendimiento, pero ojalá se encuentren los mecanismos para que sean las brillantes mentes mexicanas las que nos ayuden a preservar lo poco que nos queda en materia ambiental.

También están los que no tienen mucho que ver con la ecología, pero que sin duda resolverían muchos problemas, además, de que si se les ayuda a formar y consolidar sus empresas a estos emprendedores serían una fuente de trabajo y un ejemplo para los demás jóvenes. Un gran reto que no se ha podido atender. La fuga de cerebros sigue y seguirá mientras no haya el apoyo necesario y la contaminación también mientras no se quieran ver las soluciones que se tienen en la nariz, no hay que ir a ningún lado.

CARREREANDO LA CHULETA


Ya inició el Guadalupe-Reyes, las posadas, los convivios de la escuela, del trabajo, con los amigos y con ello la generación de un montón de basura: platos desechables, vasos de unicel para el ponche, de plástico para el refresco, los moldes de las gelatinas, las piñatas, la envoltura de los regalos, en fin ¡Feliz Año Nuevo! al planeta.

Hemos visto innumerables campañas de no al uso de popotes, de bolsas de plástico y ahora al de desechables. Yo estoy completamente de acuerdo, nomás que vamos a tener que cargar una mochila en donde traigamos nuestro plato, cubiertos, jarro pa´l ponche, vaso pa´la cuba, caballito pa´l tequila, bolsa pa’l mandado, tuppers para que nos pongan el jamón o la carne, más lo que se ofrezca después.

Es complicado eso de ser ecológico, pero más nos vale que nos vayamos acostumbrando porque si no, ignoro dónde vayamos a vivir. Comencemos con una cosa a la vez, con la que le sea más fácil, pero que no termine este año así nomás como los otros.

Para muchos es moda, como eso de ser vegano o ser de izquierda, ahora resulta que nadie come carne y que no había derechistas en la sociedad, sabemos que no es así, pero en este caso vamos a tener que hacer un esfuerzo y plantearnos nuevos modos de vida.

Hasta aquí las cosas dependen de nosotros y sólo de nosotros, de nuestra voluntad, disciplina y amor a la tierra en la que vivimos y en la que esperamos viva nuestra descendencia. Ahora viene la parte realmente complicada, el que sea tomado en cuenta todo el ingenio que en materia de ecología tenemos los mexicanos, me encontré algunos ejemplos que llamaron mi atención, pero seguro estoy de que hay muchos, muchos más que son una verdadera solución pero que nadie apoya.

Por ejemplo, los platos desechables elaborados a base de nopal los desarrollaron jóvenes estudiantes, una alternativa por ejemplo para las posadas. No contaminan, se degradan en aproximadamente en 3 semanas, se pueden utilizar como composta y no dañan a los animales que llegaran a consumirlos. Están buscando cómo industrializar su fabricación para poder hacer además vasos, cubiertos, etc.

Las colillas de cigarro, aunque nadie les ha hecho la mala publicidad que le tocó por ejemplo a los popotes y no porque los defienda, sino porque desafortunadamente hay un montón de cosas dañinas de las que poco se dice, como ésta que es una fuente enorme de contaminación, una sola colilla es capaz de contaminar hasta 50 litros de agua, de ese tamaño es el daño. Un joven mexicano descubrió un hongo que crece en la madera y se alimenta de celulosa, el cual es capaz de acelerar la degradación de las colillas de cigarro que en condiciones normales tarda hasta 25 años. Ahora busca reutilizar las colillas para la elaboración de papel y así disminuir la tala y la contaminación de mantos acuíferos, por ahora, ya se elaboran cuadernos hechos en casa.

Las bolsas para basura hechas a partir de los restos del maíz buscan ser la sustitución de las de plástico, el objetivo es que se pueda ofrecer la misma resistencia que las bolsas hechas con polietileno de alta densidad, pero sin el peligro ambiental que representan sus contaminantes, además, si estas bolsas llegaran a un espacio natural o al mar y los animales se las comieran, no estarían en riesgo, ya que su composición no es tóxica.

Todas son invenciones de jóvenes mexicanos, preocupados y ocupados. Quién sabe cómo vaya a quedar el estira y afloje de los dineros para la ciencia, para el apoyo al emprendimiento, pero ojalá se encuentren los mecanismos para que sean las brillantes mentes mexicanas las que nos ayuden a preservar lo poco que nos queda en materia ambiental.

También están los que no tienen mucho que ver con la ecología, pero que sin duda resolverían muchos problemas, además, de que si se les ayuda a formar y consolidar sus empresas a estos emprendedores serían una fuente de trabajo y un ejemplo para los demás jóvenes. Un gran reto que no se ha podido atender. La fuga de cerebros sigue y seguirá mientras no haya el apoyo necesario y la contaminación también mientras no se quieran ver las soluciones que se tienen en la nariz, no hay que ir a ningún lado.