/ jueves 28 de abril de 2022

Tras bambalinas | Debemos ser empáticos, no más agresiones a periodistas

A mi amigo, compañero y compadre Carlos Mejía Salazar, quiero externar mi solidaridad por los sucesos de agresión cobarde que sufrió en manos de personal de seguridad y de quienes tienen a cargo el mantenimiento y otros servicios en el Hospital Nueva Frontera del Instituto Mexicano del Seguro Social ubicado en Tapachula.

El famoso “Came”, un aguerrido comunicador, que se ha convertido en el icono de la nota roja por su estilo tan peculiar, después de la agresión tuvo que ser internado, sus niveles de azúcar en la sangre se elevaron y debido a los golpes que sufrió en el pecho sintió miedo que pudiera sufrir un infarto, por fortuna está bien, y me dio mucho gusto escuchar su llamada diciéndome “ya me dieron de alta compadre”.

Los energúmenos sujetos de este gran hospital deben ser sancionados, pero sobre todo este tipo de agresión, una vez más pone al descubierto que la labor del gremio periodístico sigue representando un riesgo latente.

Desde el robo de un bebé al interior de ese hospital, pésimo trato evidenciado de un trabajador del área de farmacia que para todos es muy conocido por su peculiar forma tan déspota y altanera de tratar a la gente, a esto se suma la cara retorcida de algunas recepcionistas, y lo señalo porque me ha tocado presenciar.

El IMSS en Chiapas debo reconocer, vive momentos importantes de cambios para bien de la población derechohabiente, su titular Zoé Robledo a nivel nacional y a nivel estado con Enrique Ureña se están haciendo las cosas bien, sin embargo, el valemadrismo de algunos trabajadores solapados por su sindicato hacen que todo esfuerzo encaminado a la mejora del servicio de la salud a la población se vea afectados.

Cuando pasa algo malo, como lo antes evidenciado siempre la gente dirá que la culpa es de quienes están al mando, pero nuestra crítica debe ir más allá y si vamos a buscar a los verdaderos culpables, simplemente les pongamos nombres y apellidos.

Para empezar el sindicato del IMSS con su titular que se encierra en su oficina para no atender a la gente que llega a buscarle, debería poner orden y dejar de proteger a gente neurótica que lo único que hace es tratar mal a la gente y ensuciar el verdadero trabajo de gestión y resolución que hoy tienen sus manos, Enrique Ureña aquí en Chiapas y Zoe Robledo en todo el país.

Hoy solo esperamos que estos sucesos sean sancionados, la empresa de seguridad debería ser removida de su contrato porque este caso no es único, la gente ha señalado que siempre los tratan mal, incluso el personal de enfermería, camilleros y demás dicen que sufren de un acoso y hostigamiento, al grado que no pueden ni llevar su lonche porque les obligan a que lo tiren a la basura.

REFLECTORES

La facultad de ciencias de la administración de la Unach, en Tapachula la está rompiendo en grande, sus directivos han propiciado un entorno de alternativas a los universitarios; la primera jornada empresarial de administración “conéctate”, fue todo un éxito.

Contacto: checha.informa@gmail.com

A mi amigo, compañero y compadre Carlos Mejía Salazar, quiero externar mi solidaridad por los sucesos de agresión cobarde que sufrió en manos de personal de seguridad y de quienes tienen a cargo el mantenimiento y otros servicios en el Hospital Nueva Frontera del Instituto Mexicano del Seguro Social ubicado en Tapachula.

El famoso “Came”, un aguerrido comunicador, que se ha convertido en el icono de la nota roja por su estilo tan peculiar, después de la agresión tuvo que ser internado, sus niveles de azúcar en la sangre se elevaron y debido a los golpes que sufrió en el pecho sintió miedo que pudiera sufrir un infarto, por fortuna está bien, y me dio mucho gusto escuchar su llamada diciéndome “ya me dieron de alta compadre”.

Los energúmenos sujetos de este gran hospital deben ser sancionados, pero sobre todo este tipo de agresión, una vez más pone al descubierto que la labor del gremio periodístico sigue representando un riesgo latente.

Desde el robo de un bebé al interior de ese hospital, pésimo trato evidenciado de un trabajador del área de farmacia que para todos es muy conocido por su peculiar forma tan déspota y altanera de tratar a la gente, a esto se suma la cara retorcida de algunas recepcionistas, y lo señalo porque me ha tocado presenciar.

El IMSS en Chiapas debo reconocer, vive momentos importantes de cambios para bien de la población derechohabiente, su titular Zoé Robledo a nivel nacional y a nivel estado con Enrique Ureña se están haciendo las cosas bien, sin embargo, el valemadrismo de algunos trabajadores solapados por su sindicato hacen que todo esfuerzo encaminado a la mejora del servicio de la salud a la población se vea afectados.

Cuando pasa algo malo, como lo antes evidenciado siempre la gente dirá que la culpa es de quienes están al mando, pero nuestra crítica debe ir más allá y si vamos a buscar a los verdaderos culpables, simplemente les pongamos nombres y apellidos.

Para empezar el sindicato del IMSS con su titular que se encierra en su oficina para no atender a la gente que llega a buscarle, debería poner orden y dejar de proteger a gente neurótica que lo único que hace es tratar mal a la gente y ensuciar el verdadero trabajo de gestión y resolución que hoy tienen sus manos, Enrique Ureña aquí en Chiapas y Zoe Robledo en todo el país.

Hoy solo esperamos que estos sucesos sean sancionados, la empresa de seguridad debería ser removida de su contrato porque este caso no es único, la gente ha señalado que siempre los tratan mal, incluso el personal de enfermería, camilleros y demás dicen que sufren de un acoso y hostigamiento, al grado que no pueden ni llevar su lonche porque les obligan a que lo tiren a la basura.

REFLECTORES

La facultad de ciencias de la administración de la Unach, en Tapachula la está rompiendo en grande, sus directivos han propiciado un entorno de alternativas a los universitarios; la primera jornada empresarial de administración “conéctate”, fue todo un éxito.

Contacto: checha.informa@gmail.com