/ jueves 23 de junio de 2022

Tras Bambalinas | ¡Niños sin amor, jugando a sicarios!


De lo que todos hablan y comentan en relación a lo que sucedió en el Instituto Tapachula, ubicado en la zona norte de la ciudad y donde por muchos años esta escuela particular causa congestionamiento vial en horarios de entrada y salida de los alumnos, lugar que también está liderado por religiosas católicas, quiero permitirme hacer alusión a la canción “Él no lo mató”, de la banda de rock mexicano “El Haragán”.

Cito estos dos fragmentos amigo, amiga que me lee: “Padres cuiden a sus hijos no les vaya a pasar lo que les cuento yo, maldita sea la hora en que se descarrió, maldito sea el momento en el que se maleó”. “Ay, qué policía, señor él no lo mató, fue la misma sociedad y el medio en el que se desarrolló; él no lo mató fue el medio, sus padres, sus amigos, la necesidad, sus ansias ¿Qué se yo? sin sentido y sin razón.

Si usted, no ha escuchado este pedazo de canción del álbum -Juntos por el rock- volumen 1, lanzado en 1990, por favor escúchela y reflexione. Si usted no convive con sus hijos, por favor hágalo, ellos al final no pidieron venir a este mundo, ellos no son responsables en algunos casos de que usted se haya divorciado o no le haya dado un papá a su hijo, o simplemente usted amigo, haya sido un irresponsable y desobligado que no ejerció la paternidad.

Lo que pasó en el Instituto Tapachula es un ejemplo claro, que, aunque sea una escuela religiosa a donde los padres y madres buscan que sus hijos se enderecen, en donde se busca simplemente dejarle toda la responsabilidad a los maestros y maestras, está muy mal. Al final los jóvenes y jovencitas lo que quieren es amor verdadero y tiempo de calidad.

Hoy todos estos muchachos se refugian en juegos baratos, se idiotizan además en las redes sociales y con influencers que propician retos en los que ponen en riesgo su vida como la de otros, para muestra lo que ha sucedido en las escuelas de los Estados Unidos, donde tristemente muchos inocentes han perdido la vida.

Y aunque en este suceso no hubo pérdida de vidas humanas, por la gracia de Dios, la escuela particular emitió un comunicado seco y tardío; se condicionó a los maestros y maestras, pero ya era muy tarde, el chisme corre rápido y en esta ciudad que sigue teniendo forma de un pueblo grandote, todo se sabe porque nadie sabe guardar un secreto.

Yo no conozco a los muchachos, pero si no les ponen atención, les regalan tiempo de calidad y verdadero amor, vamos seguramente a verlos más adelante convertirse en sicarios o que se yo; se evidenció que en el grupo de los alumnos que pretendían atacar a balazos a más de 70 de sus compañeros, se encuentra el hijo del diputado federal de apellido Elorza del distrito XII con cabecera en Tapachula y de extracción morenista, así como de un galeno de apellido Ulloa.

Culpar a los maestros y maestras que no están educando y formando buenos seres humanos es muy fácil, como también es muy fácil pagarles una escuela particular, regalarles un celular para que se embrutezcan y no molesten, mientras mamá está en el salón de belleza, o tomando cafecito con las amigas “echando chisme”, en el caso del papá jugando en el casino, echando la chela en el botanero, o jugándole a la doble vida, en el peor de los casos dejando hijos por donde quiera como Gabino Barrera sin asumir una paternidad responsable.

Nos leemos en la próxima


Mi Contacto: Checha.informa@gmail.com y 962 1151701.


De lo que todos hablan y comentan en relación a lo que sucedió en el Instituto Tapachula, ubicado en la zona norte de la ciudad y donde por muchos años esta escuela particular causa congestionamiento vial en horarios de entrada y salida de los alumnos, lugar que también está liderado por religiosas católicas, quiero permitirme hacer alusión a la canción “Él no lo mató”, de la banda de rock mexicano “El Haragán”.

Cito estos dos fragmentos amigo, amiga que me lee: “Padres cuiden a sus hijos no les vaya a pasar lo que les cuento yo, maldita sea la hora en que se descarrió, maldito sea el momento en el que se maleó”. “Ay, qué policía, señor él no lo mató, fue la misma sociedad y el medio en el que se desarrolló; él no lo mató fue el medio, sus padres, sus amigos, la necesidad, sus ansias ¿Qué se yo? sin sentido y sin razón.

Si usted, no ha escuchado este pedazo de canción del álbum -Juntos por el rock- volumen 1, lanzado en 1990, por favor escúchela y reflexione. Si usted no convive con sus hijos, por favor hágalo, ellos al final no pidieron venir a este mundo, ellos no son responsables en algunos casos de que usted se haya divorciado o no le haya dado un papá a su hijo, o simplemente usted amigo, haya sido un irresponsable y desobligado que no ejerció la paternidad.

Lo que pasó en el Instituto Tapachula es un ejemplo claro, que, aunque sea una escuela religiosa a donde los padres y madres buscan que sus hijos se enderecen, en donde se busca simplemente dejarle toda la responsabilidad a los maestros y maestras, está muy mal. Al final los jóvenes y jovencitas lo que quieren es amor verdadero y tiempo de calidad.

Hoy todos estos muchachos se refugian en juegos baratos, se idiotizan además en las redes sociales y con influencers que propician retos en los que ponen en riesgo su vida como la de otros, para muestra lo que ha sucedido en las escuelas de los Estados Unidos, donde tristemente muchos inocentes han perdido la vida.

Y aunque en este suceso no hubo pérdida de vidas humanas, por la gracia de Dios, la escuela particular emitió un comunicado seco y tardío; se condicionó a los maestros y maestras, pero ya era muy tarde, el chisme corre rápido y en esta ciudad que sigue teniendo forma de un pueblo grandote, todo se sabe porque nadie sabe guardar un secreto.

Yo no conozco a los muchachos, pero si no les ponen atención, les regalan tiempo de calidad y verdadero amor, vamos seguramente a verlos más adelante convertirse en sicarios o que se yo; se evidenció que en el grupo de los alumnos que pretendían atacar a balazos a más de 70 de sus compañeros, se encuentra el hijo del diputado federal de apellido Elorza del distrito XII con cabecera en Tapachula y de extracción morenista, así como de un galeno de apellido Ulloa.

Culpar a los maestros y maestras que no están educando y formando buenos seres humanos es muy fácil, como también es muy fácil pagarles una escuela particular, regalarles un celular para que se embrutezcan y no molesten, mientras mamá está en el salón de belleza, o tomando cafecito con las amigas “echando chisme”, en el caso del papá jugando en el casino, echando la chela en el botanero, o jugándole a la doble vida, en el peor de los casos dejando hijos por donde quiera como Gabino Barrera sin asumir una paternidad responsable.

Nos leemos en la próxima


Mi Contacto: Checha.informa@gmail.com y 962 1151701.