/ sábado 7 de mayo de 2022

Con chicharrines, Luis Fernando, se financia tratamiento para seguir vivo

A veces, hay personas que lo apoyan con donaciones, no recibe apoyos gubernamentales porque su enfermedad no se considera dispacitante


Luis Fernando Alegría Hernández, es un joven hombre de 28 años que desde muy chico ha buscado salir adelante pese a la enfermedad que padece desde su nacimiento, misma que cuando era adolescente le daban un tratamiento, pero al pasar a ser un adulto, por sus escasos recursos económicos y el que ya no tiene acogida en algún programa federal de salud, le impiden seguirlo al pie de la letra.



El debe tener su tratamiento de hemodiálisis cada tercer día, sin embargo, por su situación económica a veces no logra reunir para ello, lo que ha ido deteriorándolo citando que lo que más ha perdido es la memoria a corto plazo, ya que a veces se le olvida lo que le dicen o piden en un lapso pequeño de tiempo, el día o mes en el que vive, los nombres de las personas, entre otras cosas, amén que tampoco puede correr o apresurar mucho el paso pues se fatiga demasiado.

Dice cuando apenas tenía 12 años de edad falleció su papá, y él desconocía el proceso de los medicamentos que tenía que aplicarse, su enfermedad le ha deteriorado el cuerpo debilitándolo.

Comenta que él no recibe apoyo de algún programa federal ya que la insuficiencia renal no está catalogada como una discapacidad, pero lucha por sobrevivir y trabaja lo poco que puede para ello.

“Tengo insuficiencia renal crónica, llevo un tratamiento de hemodiálisis cada tercer día, normalmente no tengo una cantidad exacta de los gastos, pero cada año tengo que pagar 10 mil pesos para seguir con el tratamiento”, señaló.


Desde muy pequeño, Luis Fernando ha padecido insuficiencia renal, al morir su padre, él tuvo que hacerse cargo de su tratamiento y su sostén. / Foto: Damián Sánchez | Diario del Sur


Actualmente Luis Fernando trabaja en la 10ª Av. Norte entre 1ª y 3ª calle poniente, se sostiene de un puesto ambulante que montó en un banquito donde vende chicharrines y cacahuates o consigue desodorantes o accesorios para los combistas de ese paradero y con los pocos ingresos de sus ventas y con algunas donaciones junta el dinero para comprar sus medicamentos y alimentos.


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Pese a todo Luis Fernando no pierde la esperanza de formar una familia y ver crecer a sus hijos, pero dice que esto será hasta que Dios diga. Al joven se le puede localizar desde el medio día frente al paradero de combis de la 10ª norte entre 1ª y 3ª poniente, aunque en algunas ocasiones no llega dado a que su condición de salud se lo impide.




Luis Fernando Alegría Hernández, es un joven hombre de 28 años que desde muy chico ha buscado salir adelante pese a la enfermedad que padece desde su nacimiento, misma que cuando era adolescente le daban un tratamiento, pero al pasar a ser un adulto, por sus escasos recursos económicos y el que ya no tiene acogida en algún programa federal de salud, le impiden seguirlo al pie de la letra.



El debe tener su tratamiento de hemodiálisis cada tercer día, sin embargo, por su situación económica a veces no logra reunir para ello, lo que ha ido deteriorándolo citando que lo que más ha perdido es la memoria a corto plazo, ya que a veces se le olvida lo que le dicen o piden en un lapso pequeño de tiempo, el día o mes en el que vive, los nombres de las personas, entre otras cosas, amén que tampoco puede correr o apresurar mucho el paso pues se fatiga demasiado.

Dice cuando apenas tenía 12 años de edad falleció su papá, y él desconocía el proceso de los medicamentos que tenía que aplicarse, su enfermedad le ha deteriorado el cuerpo debilitándolo.

Comenta que él no recibe apoyo de algún programa federal ya que la insuficiencia renal no está catalogada como una discapacidad, pero lucha por sobrevivir y trabaja lo poco que puede para ello.

“Tengo insuficiencia renal crónica, llevo un tratamiento de hemodiálisis cada tercer día, normalmente no tengo una cantidad exacta de los gastos, pero cada año tengo que pagar 10 mil pesos para seguir con el tratamiento”, señaló.


Desde muy pequeño, Luis Fernando ha padecido insuficiencia renal, al morir su padre, él tuvo que hacerse cargo de su tratamiento y su sostén. / Foto: Damián Sánchez | Diario del Sur


Actualmente Luis Fernando trabaja en la 10ª Av. Norte entre 1ª y 3ª calle poniente, se sostiene de un puesto ambulante que montó en un banquito donde vende chicharrines y cacahuates o consigue desodorantes o accesorios para los combistas de ese paradero y con los pocos ingresos de sus ventas y con algunas donaciones junta el dinero para comprar sus medicamentos y alimentos.


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Pese a todo Luis Fernando no pierde la esperanza de formar una familia y ver crecer a sus hijos, pero dice que esto será hasta que Dios diga. Al joven se le puede localizar desde el medio día frente al paradero de combis de la 10ª norte entre 1ª y 3ª poniente, aunque en algunas ocasiones no llega dado a que su condición de salud se lo impide.



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