Baja consumo de carne por crisis económica

Población no tiene dinero para comprar cárnicos

  · martes 17 de septiembre de 2019

Se agudiza la situación de quienes se dedican a la venta de carne en los mercados públicos de Tapachula, los clientes no tienen dinero para comer este producto/César Solís

Comer carne es un lujo en la actualidad

CÉSAR SOLÍS

La falta de atención al sector agrícola de la región, trae como consecuencia una difícil situación económica para muchas familias que viven del campo y por ende se traduce en una merma en cuanto a las ventas para los negocios dedicados a la venta de carne de res en los principales mercados de Tapachula.


No hay dinero, nadie tiene para comprar y en el caso de nosotros los tablajeros nos afecta bastante, tampoco podemos estar comprando reses si no hay ventas.

José Andrés Ruiz Romero, Presidente de la Asociación de Tablajeros de Tapachula.


El presidente de la Asociación de Tablajeros de Tapachula, José Andrés Ruiz Romero detalló que en el 2018 por estas fechas se tuvo un decremento de entre el 40% al 50%, en la actualidad está en un 70%, con esto ya no hay forma de poder seguir adelante en esta importante actividad.

Precisó que, hasta hace poco, vendía media res en un mercado y la otra mitad en otro todos los, pero actualmente la situación está bastante mal, por lo que tiene que destazar su res de dos a tres veces a la semana.


Todos los tablajeros están en la misma situación, muchos se han ido a la quiebra y se han empleado en otra cosa o se han ido de la región e indicó que carecen de apoyos de parte del gobierno, expresó.

Reconoció, que la economía está muy mal, sumado a que las cosechas no tendrán el rendimiento esperado, se teme que la situación se ponga más difícil, no solo para los carniceros, sino para el comercio en general.

Además de la merma en ingresos de la población, también se debe considerar la tendencia mundial a reducir el consumo de carne motivado por una mayor concientización sobre los efectos de la ganadería en el calentamiento global, aunque latinoamérica presenta una menor incidencia en este movimiento, también se debe considerar este factor como parte del decremento en el consumo.