A Talismán ya no le cabe ni un alfiler. Sus calles están saturadas de vehículos con matrículas estadounidenses a consecuencia de la inexplicable demora de las autoridades de Aduanas de México, que mantienen varados a unos dos mil 150 transmigrantes en este puerto fronterizo.
La situación ya reventó la paciencia de los centroamericanos que han viajado desde distintas ciudades de Estados Unidos con la intención de llegar a Guatemala, Honduras y El Salvador.
Una enérgica protesta hizo conciliar con los guardias aduanales una salida: agilizar los trámites y entregar turnos a los extranjeros.
Pero salió rápido el moche. De a 50 pesos por persona para obtener un turno, que hasta la tarda de este martes sumaban más de mil 200, más otros 800 que no aceptaron y están más a la deriva.
Abilio es uno de los tantos desesperados que ya quiere llegar a casa. Ha tenido que renovar ya dos veces su permiso para permanecer en México y pagado cerca de mil pesos para renovar también su pedimento (permiso) para permanecer con vehículos de matrícula extranjera en México.
Junto a otro grupo de mancuerneros, ha denunciado la corrupción que impera en esta parte del país por parte de Aduanas de México.
“Están cobrando hasta 350 dólares por brincarse toda la fila y dejarlos pasar hasta adelante, para evitar toda la espera e irse sin mas premuras a Guatemala, pero nosotros no traemos ese dinero hermano, más de alguno sí lo ha pagado para marcharse en su desesperación”, relató.
El hombre ha viajado desde Alabama y desde esa parte del mundo hasta el sur de Chiapas se hizo siete días, más los 11 que ha tenido que esperar refugiándose por las noches en su vehículo, con poca comida y realizando sus necesidades fisiológicas donde se pueda.
“Ya estamos cansados de esta situación, no entendemos por qué no nos quieren dejar pasar, imagínese que por turnos en dos horas pasan seis o siete mancuernas, eso quiere decir que aquí nos va a agarrar la Navidad”, sostuvo.
Junto a él, uno de sus compañeros narra que por las noches llegan sujetos que habitan allí mismo a cobrarles 150 pesos como derecho a permanecer estacionados al día que está por empezar y, si no lo pagan, amenazan con llevar a policías federales para desalojarlos del lugar y dárselo a otro que sí haya cumplido con la cuota.
“Yo le dije que no iba a pagar nada, entonces me contestó que se tenía que hacer el pago por el derecho de vía aquí, eso es una extorsión y las autoridades mexicanas lo están permitiendo”, advirtió.
Diario del Sur intentó obtener testimonio de los agentes aduanales, pero rápido amagaron con quitar la cámara de fotografía, incluso solicitaron una factura de esta herramienta de trabajo. Otro policía de seguridad privada evitó a toda la costa la labor periodística.
En Talismán ya no cabe un alfiler, está saturado de transmigrantes, que han denunciado moche tras moche para que puedan llegar a casa.