Gran inconformidad ha despertado el marcado incremento de vendedores ambulantes afuera de los mercados públicos de Escuintla, Villa Comaltitlán y Huixtla, donde conductores del servicio público y particular critican el cierre de calles.
En Escuintla, el ambulantaje se ha salido de control y una de las avenidas aledañas al mercado Benito Juárez, construido en noviembre de 1976, fue invadida, por lo que el gobierno municipal prácticamente la cerró bajo el argumento de que el centro de abasto ya es insuficiente.
Otro de los mercados con el mismo problema de vendedores alrededor de este es el Santa Lucía en Villa Comaltitlán. Este mercado fue construido hace más de 60 años y desde hace más de cuatro meses los vendedores que estaban en los márgenes de las vías del ferrocarril fueron reubicados a este sector donde han comenzado a construir pequeños locales de madera y lámina.
Antelma Gómez, comerciante ambulante del lugar, dijo que ella tenía más de 25 años de vender en la zona de las vías del tren, pero al dar inicio a los trabajos de la Línea K del Tren Transístmico fue trasladada a la calle a donde los movió el propio gobierno que les ha prometido construirles un nuevo mercado para que se protejan de las inclemencias del tiempo, ya que el mercado Santa Lucía ya es insuficiente para el número de locatarios.
La comerciante dijo estar consciente de que prácticamente han invadido la avenida aledaña al mercado y que esto ha despertado malestar en los conductores que estaban acostumbrados a circular sobre esa vía, pero confían en que las autoridades los reubiquen, aunque desconocen en dónde se construiría ese nuevo mercado; mientras, las opciones que han propuesto está edificar una segunda planta al actual centro de abasto.
En Huixtla, el mercado público Miguel Hidalgo fue construido hace 50 años y en la actualidad tienen un registro de 600 locatarios formales que incluyen abarroteros, floristerías, venta de cárnicos, ropa, calzado, frutas y verduras, en puestos fijos.
Doña Angelita Cruz, comentó que el mercado huixtleco tiene historia y hace más de 15 años cuando fue presidente Porfirio Lugardo (hoy ya fallecido), él presentó un proyecto de reubicación, pero los comerciantes no lo aceptaron, mientras el centro de abasto está edificado sobre una parte del arroyo “El Cuzco”, surgiendo temor cada temporada de lluvias que podría ser afectado por socavones por las fuertes corrientes de agua que descarga el afluente desde la parte alta de la cabecera municipal.
“El mercado ya es insuficiente y por eso se mantiene mucha gente en la vía pública. Está invadida principalmente la acera de la avenida Rayón Norte por las llamadas canasteras que en su mayoría provienen de Tuzantán”, indicó.
Cabe señalar, Huixtla también cuenta con los mercaditos El Carmen y San Juanito, este último en el barrio Guadalupe y que ambos mantienen locales vacíos, pero los ambulantes se niegan a ocuparlos y prefieren deambular en las calles aledañas al mercado Miguel Hidalgo, generando problemas a los conductores así como a los locatarios instalados en el centro de abasto, quienes los consideran una competencia desleal.
Es importante mencionar, los tres mercados reciben todo tipo de artículos procedentes de otros Estados de la República, ya que por las noches y madrugada camiones de diversas dimensiones descargan y se quedan varados de día en las calles cercanas, lo que dificulta aún más el tráfico vehicular en la ciudad de la Piedra.
