Por séptima ocasión, aseadores de calzado instalados en el parque central "Miguel Hidalgo" fueron víctimas de delincuentes que operan en total impunidad en pleno centro histórico, lo que demuestra que no existe una estrategia adecuada se seguridad, ya que las autoridades han sido rebasadas por la ola de inseguridad.
Armando "N" y René "N", denunciaron que este miércoles al acudir a su centro de trabajo encontraron sus muebles con las cerraduras violentadas y al revisar sus materiales se percataron que una vez más los delincuentes se habían llevado grasas, pinturas, cepillos, y pinzas, cuya pérdida supera los mil pesos en cada uno de los casos, lo que representa un duro golpe en sus bolsillos.
Dijeron que es lamentable que unos cuantos metros del Palacio Municipal y de la oficina de la presidenta Rosa Urbina Castañeda los delincuentes cometan sus ilícitos sin que los elementos policíacos o las cámaras de videovigilancia se percaten de los robos, lo que demuestra que la estrategia de seguridad que tanto pregonan es una mentira.
Señalaron que esta situación representa un duro golpe en su economía, la cual ha estado devastada por la pandemia del Covid-19, ya que a penas logran ingresos de 100 pesos diarios, lo cual no les alcanza para llevar el sustento a sus hogares y ahora tendrán que prestar dinero para adquirir nuevamente sus materiales de trabajo.
Detallaron que a pesar de encontrarse instalados en el primer cuadro de la ciudad, las autoridades no han podido implementar una estrategia que permita garantizar la seguridad en esta zona, ya que por las noches se carece de presencia policíaca, situación que aprovechan los delincuentes, en su mayoría migrantes para perpetrar sus atracos.
Puntualizaron que en diversas ocasiones han solicitado el apoyo de las autoridades para brindar mayor vigilancia pero no han sido atendidos, ya que por necesidad tienen que dejar sus equipos de trabajo en el parque, pero los policías que están a cargo de la plaza central son inoperantes para brindar seguridad.
Para finalizar hicieron un llamado a las autoridades policíacas a que cumplan con su responsabilidad, ya que no es posible que a unos metros de la presidencia municipal los delincuentes operen con total impunidad, por lo que es absurdo que la alcalde siga minimizando el problema de inseguridad cuando la ciudadanía es la que sufre la problemática.
