La mañana de este jueves cientos de migrantes madrugaron para cruzar a México e internarse en la frontera sur de este país burlando la vigilancia de la Guardia Nacional y el Instituto Nacional de Migración (INM).
Entre las banderas de Honduras, Estados Unidos y pancartas en inglés y español que eran portadas por el río de personas de diversas edades que se introdujeron al país, sobresalía con orgullo la bandera multicolor del colectivo LGBTTI.
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Las personas que integran este colectivo de lesbianas, gays, bisexuales, transexuales, travestis e intersexuales entre otras designaciones contenidas en el arcoiris de lo que comunemente conocemos como "bandera gay", también viajan en la caravana migrante.
Sus motivos, además de la pobreza y la violencia, se incrementan con la discriminación de la que habitualmente son objeto en su país y que en muchas veces conduce a la muerte por homofobia.
En 2019, el presidente de "Una mano amiga en la Lucha contra el Sida", Rosemberg López Samayoa, informó que con el paso de los flujos migrantes, lograron detectar el paso de, por lo menos, dos mil migrantes de la comunidad lesbico, gay, bisexual viajando en caravanas de migrantes, o solos.
Este año, las cifras apenas se están acumulando. Sin embargo, de entre las personas migrantes, los miembros de la comunidad Lgbttti, son especialmente vulnerables, pues sufren, violencia, persecución y discriminación vivida por su orientación sexual e identidad de género, que muchas veces les lleva a padecer terribles violaciones a sus derechos humanos incluso durante la migración.
La situación no es exclusiva de México por lo que ayer 22 de enero se inició el II encuentro de la Red Regional de Protección de Personas LGBTI+ en Quito, Perú.
La violencia al colectivo LGBTTI es preocupante incluso para organismos internacionales como la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) que llama a este fenómeno "Violencia basada en género" (BSG), la cual, explica es perpetrada por la familia, pandillas y narcotraficantes.
En México, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) los incluye en su listado de poblaciones vulnerables y hace un llamado a respetar sus derechos.
Mientras que el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) va más allá y considera que "culpar a las personas migrantes por huir de contextos de violencia y pobreza es impedirles ejercer su derecho a existir."
A pesar de los llamados de organismos nacionales e internacionales, la xenofobia en las ciudades sureñas de México permea entre la población que, desde finales de 2018 ha sido forzada a aprender a vivir con este nuevo fenómeno de caravanas masivas que llegan al país en la búsqueda de lograr el llamado "sueño americano", que cada vez es más difícil de lograr.
