Sin duda alguna, el pumpo, el machete, la coa, el morral y otros implementos más han desaparecido puesto hoy en día es raro ver a los campesinos utilizar estás herramientas en su trabajo y hacerlo como se hacía antes.
Los campesinos comenzaban muy de madrugada casi casi junto con el cantar de los gallos porque el campo los esperaba, en estas fechas se preparaba el campo, pues se esmeraban para cultivar sus tierras, alistaban la carreta o su caballo, llenaban su pumpo de agua del pozo o del rio, se colgaban el morral con la redonda, de la galera tomaban la coa o su machete y lo ponían en mano, así comenzaban la jornada y el viaje a sus terrenos.
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Mientras se montaban en su caballo y se dirigían a la parcela, sabían que en el camino se encontrarían con algún compadre, para hacerse compañía.
De ahí todo el trabajo era bajo la intensa luz del sol, eran acompañados por un sombrero y el instrumento para labrar la tierra, pues sus hectáreas de cultivo estaban ansiosas por ser trabajadas; quedaban cansados recostados bajo un árbol o pastoreando sus animales y a la espera de las lluvias, las cuales serían la bendición para poder sacar una buena cosecha y con ello una paguita para sobrevivir.
Hoy en día esto ha pasado a la historia, pues la migración a la ciudad, la llegada de la tecnología, los cambios climáticos y muchas razones más ya no permiten que se la labre la tierra como antes.
Nuestros hombres de pulpo y morral tristemente se han ido.
