Las organizaciones civiles condenan enérgicamente el primer feminicidio que se registró en la frontera sur en Tapachula este 2022 y exigen a las autoridades se esclarezca y se lleve ante la justicia a los responsables del incremento de la violencia contra las mujeres, en este caso contra una mujer de origen centroamericano.
Señalaron que a pesar que desde el 2019 a la fecha la violencia de género y feminicidios han venido en aumento, el Estado incumple con su deber de proteger la vida y seguridad de las mujeres, independientemente de su nacionalidad, trabajo o creencia religiosa.
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Las defensoras de los derechos de las mujeres, mencionaron que es necesario que se garantice el derecho a una vida libre de violencia psicológica, verbal, física y en todas sus formas en contra de niñas y mujeres
Precisaron que el Estado debe priorizar la prevención, atención, investigación y sanción de la violencia en contra de las mujeres, así como el reciente feminicidio de Karina “N”, originaria de Honduras.
Elsa Simón Ortega, directora general de asociación Por la Superación de la Mujer, mencionó que Tapachula tiene una “Alerta de Género” con la cual debería haber más atención y presencia policiaca; pero a pesar de ello se siguen dando los asesinatos en contra de las mujeres, como el que se registro ayer.
“No sabemos cómo le harán las autoridades para castigar a estas personas que se dedican realizar feminicidios en la ciudad, pero es urgente que lo para que para le violencia en contra la mujer”, expresó.
Elvira Madrid Romero, directora y fundadora de la asociación Brigada Callejera de Apoyo a la Mujer “Eliza Martínez”, mencionó que el feminicidio Karina “N”, no debe sumarse a las estadísticas de feminicidios sin resolver por parte de las autoridades encargadas de aplicar la justicia.
“No solo se le quitó la vida a una compañera sexoservidora, se le quitó la vida a una madre, hermana e hija que hoy muchos están lloramos su partida, por ello estamos alzando la voz para que se haga justicia y que éste asesinato no quede impune como tantos”, abundó.
Señaló que las autoridades no les dan seguimiento a las carpetas de investigación con el pretexto de que son migrantes, principalmente, en casos como este donde la víctima es originaria de Centroamérica.
“Nosotras ya no queremos más reuniones y fotos, donde salgan a decir que están trabajando, que la violencia contra la mujer está bajando, no. Nosotras queremos resultados, ya que hasta el momento no han hecho absolutamente nada”, indicó.
Por su parte, el grupo literario Voces Femeninas, se pronunció en contra de la violencia cometida hacia las mujeres nacionales o migrantes que está ocurriendo en Tapachula y otras partes del territorio chiapaneco.
Dijo que ningún motivo es válido para quitarle la vida a una persona, puesto que debemos vivir sujetos al respeto de las leyes, normas y que la “Alerta de Género” en 8 municipios de Chiapas, debe preocupar más a las autoridades, para aplicar estrategias que permitan en verdad salvaguardar la salud e integridad de las mujeres y niñas, esto, sin importa nacionalidad, edad, condición social, religión, color de piel, ideologías, ya que todas las mujeres deben vivir libres de violencia, la cual, reprobamos en cualquiera de sus formas.
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En este mismo sentido, Fabiola Díaz, presidenta de la Fundación Chiapaneca de Mujeres Migrantes (CHIMUMI), dijo que los feminicidios son la punta del iceberg del incumplimiento al deber del Estado para proteger la vida de las mujeres que hemos denunciado desde la sociedad civil durante más de dos décadas, con los feminicidios en Ciudad Juárez.
“Las mujeres migrantes son víctimas de todo tipo de abusos y hasta de las mismas autoridades, como el caso de la mujer haitiana que fue asesinada por las propios policías de Suchaite, como los abusos, golpes que reciben de Migración y hasta los feminicidios como el ahora ocurrido al sur de Tapachula”, declaró.
Añadió, “desde la frontera sur hemos señalado la violencia institucional que sufren las mujeres migrantes y mexicanas sin obtener una respuesta de los encargados de garantizar la seguridad de todas las mujeres en la frontera sur”.
Refirió que la violencia en contra de la mujer no es exclusivo de Tapachula, Chiapas o México, pues este problema es generalizado en todos los rincones del planeta al grado de que en algunas partes sea algo “normal”, como en algunas regiones del territorio chiapaneco.
Finalmente puntualizó que las autoridades federales, estatales y municipales deben brindar mayor seguridad a las mujeres mexicanas y migrantes, pero de manera efectiva, con resultados reales y no con más discurso o fotografías.
