Mientras el índice delictivo sigue al alza en comunidades de las zonas Media y Alta de Tapachula, el Ayuntamiento de la llamada Cuarta Transformación, no ha tenido la capacidad de poner en operación todas las estaciones de la Policía Municipal, por lo que estos inmuebles están convertidos en un auténticos "elefantes blancos".
En el caso de la estación Norte de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal (SSPM) inaugurada por el ahora exgobernador Manuel Velasco Coello el 14 de noviembre de 2017, en la administración municipal de Neftalí del Toro Guzmán, formó parte de un proyecto de seguridad que buscaba disminuir el tiempo de respuesta a los llamados de auxilio de la población, por lo que también se construyeron las bases de la corporación en las zonas poniente y oriente, cuya inversión total superó los 6 millones de pesos.
La estación zona Norte ubicada a un costado de la Planta Potabilizadora del Coapatap, tuvo una inversión superior a los 2 millones de pesos y su área de construcción es de 250.21.00 m2, con espacios de recepción, sala de espera, área jurídica, área médica, baños, pasillos, celdas, vestidores, estacionamiento, jardinería y luminarias.
El presidente de la asociación civil Nueva Generación Vinculación Social, Alfredo de la Cruz Cordero, señala que es lamentable que las autoridades municipales actuales no den el uso adecuado a estas instalaciones, ya que estas estaciones desde su inauguración no han sido ocupadas, por lo que literalmente sirvieron para la foto de las autoridades en turno.
Citó, que ni la administración de Neftalí del Toro Guzmán, ni la del fallecido Óscar Gurría Penagos, ni la actual de Rosa Urbina Castañeda, han dado el uso adecuado a las instalaciones, por lo que se están en total abandono, mientras la población sufre de los ilícitos de los delincuentes quienes operan de manera impune.
Las instalaciones zona Norte están vacías y han comenzado a ser desvalijarlas, se les han retirado los logotipos, letreros, luminarias y sólo en algunas ocasiones llegan patrullas cuyos elementos sólo llegan a dormir, lo que genera molestias entre la población.
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"El proyecto era bueno, ya que con estos espacios se pretendía que los policías tuvieran más eficacia al responder a la población, prestando auxilio en menos tiempo y generando resultados positivos, lo que quedó en papel, mientras las instalaciones nunca han sido puestas en funcionamiento", sostuvo.
De acuerdo al más reciente informe de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), Tapachula es de las ciudades más inseguras del país y donde se identificó una mayor percepción ciudadana de delincuencia con el 91.3 por ciento, principalmente robos, extorsiones, secuestros, fraudes, entre otros ilícitos.