A casi una semana que la Diócesis de Tapachula, se haya encargado del albergue para migrantes “Belén”, ubicado en la colonia San Antonio Cahoacán, el coordinador Diocesano de la pastoral de movilidad humana, César Augusto Cañaveral Pérez, informó que se incrementará la seguridad para prevenir cualquier de incidente que afecta los migrantes, así como a los lugareños.
“Nosotros hemos tomado la decisión que todo migrante que llegue al albergue, se le leerá un reglamento, además, deberán estar dentro del albergue, de los que están afuera ya no nos comprometemos porque no es responsabilidad nuestra”, dijo.
Destacó que el albergue Belén, tiene capacidad para atender a 180 personas, por eso “prefiero que estén adentro del albergue, donde serán atendidos a que estén afuera, en la calle”.
Cañaveral Pérez, destacó que dentro del albergue se realizarán charlas, actividades lúdicas y deportivas, así que “vamos a crear los espacios para que los migrantes puedan estar bien, porque es un albergue de paso, con un tiempo máximo de tres días, a excepción de los hermanos solicitantes de refugio con la COMAR (Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados), quienes hasta que terminen su proceso podrán estar aquí”.
Respecto a la posibilidad que lleguen nuevas caravanas de migrantes, expuso que la iglesia, organizaciones civiles y autoridades, deben ofrecer una “respuesta humanitaria, que es lo que pretendemos, porque solos no podemos atender el tema de las caravanas".
Por último, exhortó a los migrantes que lleguen en caravanas para que ingresen a México y a Tapachula “de manera pacífica, la sociedad civil no va a tener un rechazo, y aquel que entra de manera violenta puede recibir una sanción”, finalizó.