Migrantes que son remitidos del albergue Diocesano Belén a la clínica de salud de Santa Clara, han recibido maltratos desde la puerta por el guardia de seguridad, hasta los doctores que deben brindar atención a los pacientes, indicó César Augusto Cañaveral Pérez, director del albergue Belén.
Explicó que son entre tres a cinco migrantes de distintas nacionalidades que son remitidos a esa clínica todos los días y si lo hacen es porque realmente necesitan atención médica, pues la salud es un derecho universal para toda la población sin importar nacionalidad.
“Yo no estoy pidiendo un trato especial para nuestros hermanos migrantes, sino que sea una trato digno de partes de los empleados de la Secretaría de Salud, pues los andan peloteando de un lado a otros haciendo gastar cundo no tiene recursos económicos para ello”, expresó.
Añadió que son personas que realmente necesitan el apoyo del sector salud y lamento que el trato que reciben sea inhumanos de parte de todos los trabajadores de esa clínica que esta a cargo director Cristian “N”.
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“A esta clínica mandamos a mujeres embarazadas, personas con enfermedades crónicas, enfermedades gastrointestinales, pero principalmente niñas y niños con alguna enfermedad que debe ser atendida de manera urgente por los médicos”, externó.
Añadió, el rechazo de las personas empieza desde el policía que está en la puerta hasta el director de la clínica y esto lo decimos, porque los migrantes llevan el acompañamiento de la trabajadora social del albergue y ella es testigo de lo que viven en esa clínica”, abundó.
El párroco, destacó que habla por todos los migrantes de Centroamérica, Haití, Cuba, Sudamericanos y por la misma población mexicana que son tratados de la misma forma por los servidores públicos que laboran en la clínica en mención.
“Por el maltrato que recibe la población en esa clínica pedimos la intervención de Medico del Mondo y mandaron a una doctora que recibió el mismo mal trato que los migrantes, así como la población mexicana”, manifestó.
Finalmente, recalcó el llamado al director de la clínica Santa Clara, enfermeras, médicos y hasta el policía de la entrada que le brinden un mejor trato a los migrantes, así como al resto de la población que llegan por atención médica.
