El coordinador de la Pastoral de movilidad Humana, y director del albergue “Belén”, César Augusto Cañaveral Pérez, expresó que la llegada de la Guardia Nacional será una militarización de la frontera sur, y la criminalización de los migrantes.
Expuso que la llegada de la Guardia Nacional, también implica que fue desviado su actuar, ya que no realizarán acciones directas para frenar la delincuencia común y organiza, entre ella el combate al narcotráfico, y por el contrario solo se enfocarán al aseguramiento de migrantes irregulares que ingresen por México.
“Con la militarización de la frontera que se ve venir, ante esta situación, los que están pagando los platos rotos son los migrantes, después de tener una frontera de puertas abierta que hizo mucho daño, ahora se fue al otro extremo para cerrarla de manera total”, dijo.
Cañaveral Pérez, manifestó que la mayoría de las personas que migran son problemas vinculados por la inseguridad, “la gente viene por salvaguardar su vida, no viene por turismo, no viene por algo comercial, viene porque está huyendo de violencia en su país de origen”.
Cañaveral Pérez, consideró que México trabaja ya con una política anti migratoria, y con la llegada de la Guardia Nacional, es “darle respuesta al gobierno estadounidense, porque en 45 días, Estados Unidos, va evaluar esta primera etapa, así que esta militarización en vez de ayudar, nos va afectar, porque se perdió de vista para que fue creada la Guardia Nacional, ahora harán redadas contra los migrantes”.
El también director del albergue “Belén”, pronosticó que con la Guardia Nacional, podría incrementar el abuso de las autoridades federales, porque “es toda una cerca que va a poner México, será un muro militar, pareciera que estuviéramos nosotros en guerra, no hablan que van a detener armamento, no hablan que van a detener drogas, hoy el migrante es aquel que no viene a favorecer el bienestar de México, pareciera que el migrante es un delincuente como tal, porque militarizar la frontera eso significa”.
Agregó que también podrían incrementarse la presencia de polleros y coyotes, quienes podrían ofrecer sus servicios a los migrantes para salir de la Costa de Chiapas. Por último, informó que a pesar de los retenes, los migrantes aún llegan a los albergues, por lo que solo en el albergue que dirige existen 300 personas alojadas, entre ellas familias completas con niños, finalizó.