El sitio alberga ahora a cientos de extranjeros que viajan en condición de migrantes y han llegado a este municipio, donde los flujos de personas provenientes de Centroamérica, Cuba, Haití, incluso el continente africano, son altos y se evidencian en las solicitudes de refugio o trámites ante el INM.
En este sitio de índole particular, la directora Olga Sánchez ha señalado que se complica darse abasto en la manutención del lugar, ya que a diario se tiene que preparar comida y dar abrigo a niños, niñas y adultos.
Explicó que desde iniciado el año, el flujo se ha mantenido en promedio de 500 a 600 personas adentro, que han llegado a tocar las puertas para pedir techo durante determinado tiempo.
“Todo esto tiene que ver con la cuestión de caravanas que se han disuelto y dejan grupos de migrantes que llegan hasta acá, otro de los factores el la migración hormiga también se genera”, abundó.
Aunado a esto, la salida masiva de cubanos y haitianos también ha aumentado, a tal grado que grupos considerables han comenzado a escalar desde Sudamérica, pasan por Centroamérica y se internan en territorio mexicano.
Elvis, un ciudadanos hondureño en este albergue, explicó que salió de su país por las malas condiciones de vida que prevalecen en Centroamérica, por lo que llegó a Tapachula solo.
“Yo me vine para acá y gracias a dios me han dado refugio en este lugar, estoy a la espera que Migración me resuelva mi permiso para poder estar en México, pero mientras estoy aquí teniendo comida y techo”, relató.
Hasta ahora, el número de migrantes al interior de Jesús el Buen Pastor ronda en las 600 personas ñ, que están a la espera de resoluciones migratorias y legales en el sur de Chiapas.