Las mujeres migrantes en la frontera sur se encuentran en el limbo, sin trabajo y sin poder salir de Tapachula por la dilación de los tramites migratorios de parte del Instituto Nacional de Migración (INM), el cual, ha sido rebasado por la gran cantidad de personas que ingresan por la frontera con Guatemala.
Yadira García, originaria de Venezuela, platicó para Diario del Sur que es complicado no tener certeza ya que nadie les puede dar un trabajo digno en esta ciudad y solo las quiere contratan en los bares para estar tomando con los hombres.
Detalló que sin un documento no tienen derecho a nada en este país, ya que se los piden para que sus hijos puedan estudiar, recibir atención médica, pero principalmente para seguir su camino a los Estados Unidos.
“Nosotros hemos pasado por muchos países y hasta el momento creo que Tapachula ha sido uno de los peores, pues nos han tratado muy mal hasta las mismas autoridades que no nos dejan avanzar”, expresó.
Comentó que ella viaja con sus tres hijos y se le ha complicado conseguir un empleo, pero gracias al apoyo de sus connacionales y migrantes de otras nacionales se ha podido llevar un bocado a la boca.
Rosmery González, venezolana, dijo que es muy difícil estar en la ciudad y más poder encontrar un trabajo, ya que no les dan por estar de manera ilegal en el país y sin un documento que legalice su instancia en México.
“Estamos prácticamente en el limbo, sin trabajo, sin papeles, sin dinero y sin poder avanzar a otro lugar en donde por lo menos podamos conseguir un empleo”, precisó.
Mencionó que han corrido con suerte de toparse con personas buenas en la ruta migratoria que les han ayudado o les han prestado dinero hasta para ir al baño en esta ciudad, en la que llevan cinco meses sin poder conseguir una Visa o Tarjeta por Razones Humanitarias.
“Yo no entiendo porque las autoridades nos quieren mantener retenidos en esta ciudad. Nosotros solo queremos avanzar para terminar ya con esta pesadilla en la que se ha convertido Tapachula para muchas mujeres migrantes”, abundó.
Añadió, “esta es una pesadilla que no sabemos cuando vaya a terminar, porque las autoridades nos traen de un lado a otro y por mas que acudimos a sus oficinas no nos dan una respuesta”.
Keily Carolina Ruiz, de Nicaragua, mencionó que como mujeres y más aún embarazada es de gran riesgo estar en los flujos migratorios, pero no les queda de otra que salir de su país para darle una mejor calidad de vida a su niño que nacerá en cinco meses.
Expuso que tiene cuatro meses de embarazo y hasta el momento no se ha realizado una revisión médica en la ciudad para saber como está su bebé, ya que tiene miedo ir a un hospital.
“Yo no quiero ir a un hospital porque en Guatemala me hicieron un ultrasonido y supuestamente el producto estaba muerto y me lo querían sacar, pero no me deje, me escape del hospital con ayuda de mi esposo y gracias a Dios todavía tengo a mi bebé vivo”, declaró.
Confesó que únicamente en los dos primeros meses se realizó un chequeo y mantenía un seguimiento de la evolución de sus embarazo, pero ahora que está en México lo ha descuidado por completo.
Señaló que en Tapachula las propias autoridades le tienen xenofobia a los migrantes, pues no quieren dejarlos salir y mucho menos les quieren entregar sus documentos para seguir avanzado.
En el 2021, las mujeres solicitantes de la condición de refugiado en México representaron el 41.07% de las 131 mil 448 solicitantes. Tras marzo del 22, se mantienen al mismo nivel, ya que de las 29 mil 574 solicitantes el 41.02 % son de mujeres, según datos de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados.
