El problema de la obesidad infantil en México según datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) se suele incrementar durante las vacaciones de verano a causa del sedentarismo y el incremento de la comida chatarra, el cual se agudiza si el menor no realizar ninguna actividad física que podría derivar a desarrollar enfermedades en el corazón y en la misma sangre como triglicéridos altos.
Moisés Bámaca Santos, secretario de salud municipal, dijo que Tapachula no es ajeno a un problema de salud similar, por lo que es importante que con el regreso a clases tanto padres de familia y los maestros se pongan al tanto para poder combatir este problema que va desde cuidar lo que se vende al interior de los centros educativos y la actividad física, siempre y cuando no se exponga la salud de los mismos estudiantes.
El sedentarismo y el alto consumo de comida chatarra, hace que las niñas y niños corran el riesgo de subir entre uno y dos kilos y medio de peso si no se les cuida, por lo que es importante que después de clases realicen actividades grupales con los menores, como paseos recreativos, caminatas cortas, andar en bicicleta o practicar algún deporte.
Aconsejó moderar el consumo de carne roja y grasas, y ponderar la elaboración de platillos sencillos con frutas y verduras crudas. Recordó que los dulces y helados no son alimentos fundamentales, y no constituyen parte esencial de una alimentación saludable, por lo que recomendó que su consumo sea ocasional, controlado y conocer su composición nutricional.
Por último, recomendó evitar que pasen largos periodos frente al televisor o los videojuegos.
