El obispo de Tapachula, Jaime Calderón Calderón, celebró el domingo de pascua de la resurrección de Jesús e hizo el llamado a los fieles católicos a ponerse al servicio del señor.
Mencionó que la iglesia celebra el misterio de la Resurrección y con ello experimentar la alegría que brota como vida nueva por el triunfo de Cristo sobre el mal y sobre la muerte.
Esta es una alegría que se que se prolonga no solo en la Octava de Pascuas, sino que se extiende hasta cincuentas días más, hasta Pentecostés.
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Tras el duelo, la tristeza de Viernes Santo y el silencio cargado de profundas esperanzas del Sábado Santo, resuena en nuestros corazones el anuncio: “¡Verdaderamente el señor ha resucitado y se ha aparecido Simon!”.
En su mensaje dominical, el obispo de Tapachula pidió a los fieles a ponerse al servicio de Jesús y cambiar las actitudes con quienes los rodean y con la misma comunidad.
Esta nueva vida de pascua requiere la entrega de testigos valientes, cada discípulo misionero de Cristo, esta llamado a ser testigo. Este es el preciso y emocionante del Señor resucitado.
“La vida nueva de Cristo debe resplandecer en cada cristiano, debe ser viva y operante en quien la lleve, capas de cambiar el corazón y toda la existencia y también cambiar su actitud de vida nueva con todo lo que lo rodea”, Indicó Calderón Calderón.
Añadió, “querida familia diocesana Jesús resucitado nos pide, como a sus discípulos, que regresemos a Galilea, que revisamos el momento en el que lo encontramos por primera vez para escuchar de nuevo el mensaje y ponernos decididamente al Servicio del Reino de Dios.
Destacó que si estamos dispuesto a vivir como vivió él, haciendo la voluntad del Padre se podría hacer vibrar a los demás, anunciando que Jesús nos ama, que dio su vida por salvarnos y que ahora está vivo cada día a nuestro lado.