En su mensaje dominical, el obispo de Tapachula, Jaime Calderón Calderón, indicó a través de la Pastoral de Movilidad se ha percibido que a partir de 2015 el comportamiento del flujo migratorio en la frontera sur de México comenzó a tener características particulares, por ejemplo cambiaron los perfiles migratorios con la presencia de migrantes cubanos, y a partir de 2018 se ha presentado las movilizaciones de las caravanas de centroamericanos que partían de Honduras.
Dijo que hoy además de todo lo anterior, el flujo de haitianos es sorprendente y las mismas caravana se organizan desde Tapachula, todo esto ha hecho más complejo este fenómeno migratorio
Reconoció que las caravanas de migrantes indocumentados son una realidad humana y que ha rebasado al gobierno y a las comunidades, situación es es preocupante.
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Señaló que es cierto que no faltan líderes y explotadores que con falsas promesas alientan estos movimientos, pero en el fondo se refleja la salida desesperada de quienes anhelan escapar de situaciones de pobreza y violencia que sufren en su lugar de origen.
"El Episcopado Mexicano en su proyecto global de Pastoral dice al respecto: también aquí se encuentran uno de los dramas de nuestro tiempo y de este fenómeno globalizador, la migración forzada de millones de seres humanos que ha obligado a muchos hermanos a dejar su pueblo y su cultura, lo que deriva en pobreza, violencia, falta de oportunidades, rechazo social, político y religioso, desintegración familiar, trata de personas, necesidades de refugio, entre otras.
Puntualizó que todo esto abre enormes retos eclesiales y ahora que están en el proceso de escucha en la renovación del plan de pastoral diocesano establecerán estrategias para brindar atención a los migrantes.
