De forma peligrosa, promotores de peleas de gallos realizan este tipo de eventos en la carretera que lleva de Tapachula a Tuxtla Chico, sin que las autoridades correspondientes sancionen conforme a ley en pleno semáforo amarillo de la pandemia, denunciaron pobladores aledaños a este sector.
Los denunciantes, que por temor a represalias omitieron sus nombres, expusieron que cada fin los organizadores saturan de asistentes y espectadores el ruedo a un costado de la zona arqueológica de Izapa, donde también se realiza la venta desmedida de bebidas alcohólicas.
“Hemos denunciado ante las autoridades locales esta situación pero no se ha atendido, por eso ahora hacemos el exhorto a la Secretaría de Salud que revise esta situación, porque es un foco rojo de contagios y nadie hace nada por detenerlo”, señaló uno de los vecinos del sector.
Otro de los puntos donde eventualmente se realizan estos palenques, es el denominado kilómetro 10, donde una estructura que ha servido para conciertos es acondicionado para la realización de las peleas de gallos.
Allí, vehículos también son estacionados a orilla de la carretera y en ocasiones hasta provocan caos vehicular, por lo que también urgieron a la Policía Federal para que sancione por la invasión a la vía federal, ya que sólo son dos carriles.
“Es un problema que nos aqueja, porque aparte de los escándalos hasta horas de la madrugada también se genera un aire de inseguridad e insalubridad, ya que las personas que no tienen consciencia de la pandemia que vivimos ponen a reventar estos lugares”, expuso el denunciante.
A esto se suma los constantes escándalos que protagonizan sujetos bajo los efectos del alcohol, por lo que los quejosos hicieron un llamado a las autoridades de salud estatal para que tomen cartas en el asunto, ya que dijeron no estar en contra de que se realicen, pero sí con los horarios establecidos y bajo las normas de sana distancia para evitar contagios.
A estos eventos, dijeron, llegan personas provenientes de distintos municipios como Suchiate, Tapachula, Tuxtla Chico, Cacahoatán, Frontera Hidalgo y Metapa, que convergen en el mismo punto donde está a la orden del día los contagios.