La Fundación Árbol de la Vida advirtió sobre un preocupante repunte en el número de casos de niños con cáncer, situación que hasta entonces no es visibilizada por las autoridades de salud y la sociedad.
Al respecto, Kelly Pérez, directora de esta Asociación Civil, señaló que la mayoría de los casos se registran en menores de uno a seis años de edad, etapa de la vida en que son altamente vulnerables a padecer los efectos colaterales de esta enfermedad.
Dijo que en lo que respecta a su fundación, actualmente se atienden a 24 niños en colaboración con el Hospital General de Tapachula, sin embargo, 15 niños infantes más han recurrido para recibir ayuda. Es decir, la cifra se elevó a 39 en el periodo de abril a agosto.
Detalló que a consecuencia de la pandemia, la atención a los menores enfermos se dificulta un poco más, pero plantearon la estrategia de dividirlos hasta en tres grupos para poder realizarles quimioterapias y tratamientos.
“Los que viven lejos llegan sólo una vez al mes por sus medicamentos para aplicárselos en sus municipios, los martes y miércoles llegan a quimioterapias un dos grupos de siete niños por día acompañados de un familiar”, señaló.
Apuntó que en el mismo periodo, cinco niños murieron por este mal debido a que en la mayoría de los casos hubo negación por parte de los familiares hacia la enfermedad, que avanzó en los pequeños y después se volvió irreversible intentar frenar el daño. También otros factores como la falta de donadores de sangre y otras complicaciones de la enfermedad.
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“Hay situaciones como la carencia de medicamentos y las pocas oportunidades para salir de sus comunidades por vivir alejados, generan que la situación se complique aún más en el tratamiento de estos menores”, explicó.
Al menos tres niños han sido dados de alta en lo que va del 2020, gracias al tratamiento médico, la detección oportuna del cáncer y la esperanza que mueve a las familias de estos menores, pero aún hay una labor titánica por hacer en torno a este mal que aqueja a la sociedad.