/ jueves 30 de julio de 2020

'Sentí miedo porque contagié a mi madre', relata médico

A Jesús la comida no le bajaba. Todo era a base de gelatinas, caldos a medio comer y agua, pura agua insípida


A Jesús le mintieron casi todos sus pacientes que llegaron en busca de ayuda al hospital. Algunos familiares argumentaban que su ser querido había padecido un infarto, pero al final, cuando el enfermo dejaba de respirar, terminaban confesando que presentaba fiebre, tos seca y otros indicios del letal Covid 19.

Al quinto día de aislarse de toda sus padres, esposa e hija, sus síntomas agudizaron y apretaron fuerte. El dolor de cuerpo era incesante, el dolor de cabeza era un campanario sin dejar de repicar, la fiebre llegaba casi a la frontera de los 40 grados centígrados y el apetito estaba extraviado entre su paladar y estómago.

Llegó el día ocho y los síntomas taladraban. En un santiamén, su madre irrumpió en la habitación donde convalecía para corroborar que seguía vivo. Entonces vino lo peor: mamá había obtenido el contagio y su respiración comenzó a fallar, el dolor de cabeza asechó junto a la fiebre y Jesús sintió, por primera vez desde que se contagió, un miedo que le provocaba escalofríos.


No sentí miedo por mi, lo que me preocupaba eran mis papás, mi esposa y mi niña de seis meses de edad, eso era en lo que más pensaba y por eso estuve 20 días encerrado

Jesús Rojas, médico


A Jesús la comida no le bajaba. Todo era a base de gelatinas, caldos a medio comer y agua, pura agua insípida. Pese a que no perdió el gusto y el olfato, la comida era un martirio, pero algo tenía que deglutir o entonces cedería paso entero al virus en su cuerpo.

“Yo estoy seguro que me infecté en el paciente número 29 0 30 de todos los que atendí por Covid, porque esos fueron los que llegaron en peor estado al hospital y los familiares nos mintieron al decirnos que iban por otra cosa, es decir que seguíamos otro protocolo y no el de atención por el coronavirus”, acotó el doctor de 34 años de edad.

Después de esos 20 días, por fin Jesús pudo salir del encierro, titubeando y protegiendo a los suyos. Ha regresado a su labor diaria, a la cual le dedica prácticamente todo el día.

Foto: Cortesía | Jesús Rojas

En su mente se aglutina el recuerdo de comprar sus propios insumos para atrincherarse y pasar la enfermedad solo en un cuarto de casa. Bajo sus propios recursos, tuvo que comprar un tanque de oxígeno, medicamentos y un oxímetro para medir su saturación y corroborar día a día que el virus se iba de su cuerpo.

Para Jesús, los momentos más medulares de la pandemia giran en torno a dos situaciones: la necedad de los enfermos por mentir, como si de un estigma se tratara; y el haber contagiado a su madre. Pero ahora todo es una pesadilla, ya puede abrazar a su pequeña.


A Jesús le mintieron casi todos sus pacientes que llegaron en busca de ayuda al hospital. Algunos familiares argumentaban que su ser querido había padecido un infarto, pero al final, cuando el enfermo dejaba de respirar, terminaban confesando que presentaba fiebre, tos seca y otros indicios del letal Covid 19.

Al quinto día de aislarse de toda sus padres, esposa e hija, sus síntomas agudizaron y apretaron fuerte. El dolor de cuerpo era incesante, el dolor de cabeza era un campanario sin dejar de repicar, la fiebre llegaba casi a la frontera de los 40 grados centígrados y el apetito estaba extraviado entre su paladar y estómago.

Llegó el día ocho y los síntomas taladraban. En un santiamén, su madre irrumpió en la habitación donde convalecía para corroborar que seguía vivo. Entonces vino lo peor: mamá había obtenido el contagio y su respiración comenzó a fallar, el dolor de cabeza asechó junto a la fiebre y Jesús sintió, por primera vez desde que se contagió, un miedo que le provocaba escalofríos.


No sentí miedo por mi, lo que me preocupaba eran mis papás, mi esposa y mi niña de seis meses de edad, eso era en lo que más pensaba y por eso estuve 20 días encerrado

Jesús Rojas, médico


A Jesús la comida no le bajaba. Todo era a base de gelatinas, caldos a medio comer y agua, pura agua insípida. Pese a que no perdió el gusto y el olfato, la comida era un martirio, pero algo tenía que deglutir o entonces cedería paso entero al virus en su cuerpo.

“Yo estoy seguro que me infecté en el paciente número 29 0 30 de todos los que atendí por Covid, porque esos fueron los que llegaron en peor estado al hospital y los familiares nos mintieron al decirnos que iban por otra cosa, es decir que seguíamos otro protocolo y no el de atención por el coronavirus”, acotó el doctor de 34 años de edad.

Después de esos 20 días, por fin Jesús pudo salir del encierro, titubeando y protegiendo a los suyos. Ha regresado a su labor diaria, a la cual le dedica prácticamente todo el día.

Foto: Cortesía | Jesús Rojas

En su mente se aglutina el recuerdo de comprar sus propios insumos para atrincherarse y pasar la enfermedad solo en un cuarto de casa. Bajo sus propios recursos, tuvo que comprar un tanque de oxígeno, medicamentos y un oxímetro para medir su saturación y corroborar día a día que el virus se iba de su cuerpo.

Para Jesús, los momentos más medulares de la pandemia giran en torno a dos situaciones: la necedad de los enfermos por mentir, como si de un estigma se tratara; y el haber contagiado a su madre. Pero ahora todo es una pesadilla, ya puede abrazar a su pequeña.

Elecciones 2024

En Huixtla, seis candidatos compiten por la alcaldía

Los aspirantes se preparan para iniciar oficialmente sus campañas y recorrer cada rincón de las comunidades de Huixtla

Local

"En la moda no hay reglas"; 1ª Pasarela Verano Fashion Fest 2024

Este viernes y sábado en Liverpool Tapachula habrá una Venta Especial para mamá, próximamente tendrán Venta Nocturna

Local

Ken Salazar se reúne en Tapachula para abordar temas de seguridad y migración

Buscan estrategias de cooperación para abordar los desafíos que se presentan en la frontera sur

Policiaca

Vuelca tráiler en la Curva del Diablo, autoridades evitan el saqueo

La empresa APP inició los trabajos de instalación de boyas con el objetivo de que los tráileros reduzcan la velocidad y se eviten accidentes

Local

Se reactiva mega obra de la Central de Abasto en Tapachula

La obra estuvo detenida debido a que la firma de arquitectos no cumplía con los requisitos necesarios para realizar la obra

Local

Familias de la colonia Doroteo Arango sin agua, pero sí con recibos caros

A pesar de acudir a las oficinas de COAPATAP no han tenido solución