En la frontera sur se sigue dando el tráfico de ganado y cerdo proveniente de Guatemala sin que las autoridades hagan algo al respecto para detener este delito que afecta a los ganaderos, indicó Julio Herrera Toledo, director general de Herkos Integradora Agroindustrial.
Las autoridades se han comprometido a atacar el delito de semovientes que ingresan de manera irregular del país vecino sin que hasta ahora haya dado resultados positivos que beneficie a los productores de la frontera sur.
Detalló, que diariamente la población de Tapachula y de municipios fronterizos consumen carne de cerca de 100 reses que no reciben una inspección sanitaria, lo cual, pone en riesgo la su salud de los ciudadanos, máxime por la pandemia que se vive actualmente con el coronavirus.
Aseguró, que es necesario que se instale un cerco sanitario para garantizar que la carne que consumen los tapachultecos sean de calidad y no represente un problema para su salud o pueda contagiarlos del Covid-19 que hasta el momento tiene 266 casos positivos.
“El tráfico de ganado afecta más a los ciudadanos por la negligencia y omisión de las autoridades para atacar este delito que se convierte en problema de salud pública más por la pandemia que se vive por el coronavirus”
Julio Herrera Toledo | Director general de Herkos Integradora Agroindustrial
Detalló, que con la conformación del cerco sanitario, cada res que pretende ser comercializada para el sacrificio deberá contar con la documentación en regla, el fierro y el arete que garantice la sanidad y la transparencia en el manejo de las reses.
El productor de ganado precisó, que el trasiego de animales proveniente de Guatemala representa una afectación de 40 por ciento para los productores de la región, por lo que urgió a las autoridades que pongan mano dura para terminar con este delito.
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“Ninguna autoridad ha asumido con responsabilidad cómo debe de atender este problema, por lo que pedimos que actúen de manera puntual para poner fin a esta situación que cada día se incrementa”, abundó.
Puntualizó, que se necesita establecer un cerco sanitario, crear el rastro frigorífico y obligar a todos a sacrificar a los animales ahí, ya sean bovinos o porcinos para evitar que los ciudadanos coman carne contaminada, así como evitar la contaminación de ríos de la ciudad, ya que todos lo que sacrifican animales de manera clandestina tiran sus desechos a los afluentes de la ciudad.
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