La crisis económica que se vive por la contingencias sanitaria del coronavirus mantiene con incertidumbre a vendedores de mariscos en el inicio de la Cuaresma.
Los comerciantes de este producto, comentaron que las ventas disminuyeron desde el año pasado un 50 por ciento y no se ha podido recuperar por la presencia del Covid-19.
Al respecto, Francisca Guillen, quien vende desde hace 40 años mariscos en el mercado Soconusco, comento que el año pasado y lo que va de este han tenido perdidas y bajas ventas.
“Yo antes del coronavirus vendía tres mil pesos, pero desde el año pasado únicamente estoy vendiendo un promedio de mil 500 pesos”, expresó.
Comentó, que otro factor que ha hecho que bajen las ventas es que ahora a incrementado los negocios con venta de pescado y marisco en los diferentes mercados de la ciudad.
“Actualmente creo que somos mas de 400 personas que vendemos en los mercados de Tapachula y el precio que se maneja en esta temporada de cuaresma depende de los introductores de mariscos”, expresó
Añadió, “si nuestros introductores le suben al producto a nosotros no nos queda más que subirle, ya que de lo contrario no ganaríamos para llevar el sustento a casa".
Mencionó, que el pescado tiene un precio de 70 pesos el kilo, el kilo de filete esta entre 130 a 200 pesos; según el tipo de pescado y el de camarón ronda en los 180 pesos el kilo.
Por su parte, Rafael Reyes Gómez, comerciante del mercado San Juan, dio a conocer que debido a la falta de circulante, las familias prefieren abandonar las creencias religiosas, así como la tradición y consumir otro tipo de alimentos durante la Cuaresma, a fin de ahorrar mayores recursos, porque la contingencia del Covid-19 sigue afectando su economía.
Externo, que en otros años, desde el inicio de la temporada de Cuaresma se comenzaba a percibir la afluencia de las personas, quienes acudían realizar las compras de los productos del mar, pero ahora el panorama es preocupante, porque hay zozobra entre la población ante la presencia del este virus.
Finalmente, los comerciantes confían en que conforme avancen los días a la cuaresma sus ventas puedan mejorar un poco, porque para ellos anteriormente “cuaresma” era considerada la temporada alta, periodo donde podían cubrir todas sus deudas con proveedores, sin embargo este año el panorama es aún incierto.