Virus no cesa la prostitución en calles y redes sociales

El riesgo de contagio por la relación y el servicio no es impedimento para que decenas de sexoservidoras sigan trabajando

Ramón García | Diario del Sur

  · lunes 25 de mayo de 2020

En la 12ª norte entre 9ª y 1ª calle poniente, hay por lo menos una treintena de sexoservidoras mujeres, trans y hombres ofreciendo sus servicios sin que ninguna autoridad lo evite. / Fotos: Ramón García | Diario del Sur

A la prostitución en Tapachula no la detiene el coronavirus, en esta actividad de contacto directo no aplica la sana distancia, ni el quedarse en casa, por lo que para cientos de mujeres, trans y hombres es una forma de ganarse la vida, ya que a pesar de la pandemia se sigue practicando, ofrecen servicios en las calles aledañas al cerrado Centro Histórico de Tapachula y de redes sociales a donde se han mudado para contactar a sus clientes, además, de algunas cantinas clandestinas que aún dan servicio.

Ya no les importa que las vean ofreciendo sus servicios.

Tapachula fue estigmatizada por mucho tiempo como uno de los prostíbulos más grandes de México por su ubicación geográfica, aquí llegan cientos de mujeres de Guatemala, Honduras y El Salvador, principalmente, que tenían en esta ciudad el descanso en su trayecto hacia los Estados Unidos y obtenían recursos económicos practicando la prostitución para continuar su viaje al norte del país; en la actualidad a ese grupo se han sumado cubanas, haitianas y extracontinentales en las que el idioma no es un impedimento para ejercer el oficio más antiguo del mundo.

Un sexoservicio de la calle puede costar 200 pesos hasta el ejecutivo de mil 500 la hora

Diez servicios diarios proporcionaban algunas mujeres, hoy logran solo uno o dos

De acuerdo a informes de Brigada Callejera en Tapachula, hasta antes de las caravanas el año pasado había más de 2,700 sexoservidoras en Tapachula ejerciendo la actividad en la calle, en bares, cantinas, centros nocturnos y a través de redes sociales, la mayoría un 70 por ciento son extranjeras.

En esta época de la pandemia, la actividad se mantiene vigente, es notorio que ha bajado el número de clientes que han tomado conciencia del riesgo, pero para las trabajadoras sexuales que afirman es una forma de ganarse la vida padecen la crisis por la cuarentena, tienen la necesidad de salir a las calles a pesar del alto riesgo de contagio.

La clientela de todas las edades llegan a ver a las mujeres que se venden por necesidad.

En la 12ª avenida Norte entre 9ª y 1ª calle Poniente, un corredor de calles hay por lo menos una treintena de sexoservidoras mujeres, trans y hombres ofreciendo sus servicios, pero no es la única zona de Tapachula, las calles cercanas al cerrado Centro Histórico también son utilizadas para ofrecer servicios sexuales.

Las redes sociales también juegan un papel importante en la prostitución en Tapachula, los contactos a través de páginas en Facebook son comunes, páginas especializadas en ofrecer este tipo de servicios como: https://mx.adultguia.com/, https://mx.mundosexanuncio.com, https://mx.mileroticos.com/, https://tapachula.locanto.com.mx.


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Los servicios son diversos hacia ambos sexos por parte de hombres y mujeres, jóvenes, maduras, mexicanas y extranjeras, delgadas gordas, güeras, morenas, negras, bonitas y feas; los costos del servicio también son diversos desde aquellos populares hasta los servicios ejecutivos.

Un servicio popular en la calle cercana al mercado y en su momento en el parque Benito Juárez o cerca del Centro Histórico, tienen un costo promedio de 200 pesos más una habitación cercana en un módico espacio de hospedaje que cobra 50 pesos, los hay tipo ejecutivos de 500 pesos hasta los 1,500 pesos la hora, pocos son regulados por la autoridad sanitaria.

Estefania, joven hondureña de 24 años de edad, llegó a Tapachula el año pasado, lo hizo en una de las caravanas junto con sus dos hermanas, de las cuales, una logró pasar a territorio estadounidense, tenía muchas ilusiones y aún espera transitar hacia Norteamérica; hoy ejerce la prostitución para subsistir y enviar dinero a su progenitora que cuida a sus hijos, señala que aún hay clientes que compran sus servicios, llega en punto de las diez de la noche hasta las 2 de la mañana nos ocupamos una o dos veces, dijo tener clientes asiduos que le llaman por teléfono y reconoce que ya no hay demanda, esto ha disminuido pero aún sale para sus gastos, afirmó que también tiene miedo a enfermarse.

POCOS APOYOS

Las sexoservidoras son un sector olvidado, pocas organizaciones les brinda atención en Tapachula; Brigada Callejera de Apoyo a la Mujer, Elisa Martínez, A.C., organismo de defensa de las trabajadoras sexuales brinda apoyo alimentario con despensas, atención médica y algunos insumos para su cuidado e higiene, lo hacen también Médicos del Mundo Francia México AC y organizaciones religiosas; pero en contraparte, hay bandas delictiva que se dedican al cobro de piso por presunta protección y malos policías que también cobran por dejarlas trabajar.

CG