Las autoridades en Hawái han advertido de un peligroso fenómeno vinculado con la llegada a las aguas del océano Pacífico de la lava proveniente del volcán Kilauea, que entró en erupción el 3 de mayo.
Dos flujos de lava "llegaron al océano en la costa sureste de Puna durante la noche", en la Gran Isla de Hawái, dijo el servicio geológico estadounidense (USGS), que monitorea volcanes y sismos en todo el mundo, en un comunicado el domingo.
Una grieta sin embargo se abrió en el suelo bajo uno de los canales de lava "desviando lava... a cavidades subterráneas", explicó el texto.
El encuentro de la lava incandescente con el agua produce humos ácidos, un fenómeno llamado en inglés "laze", una palabra formada a partir de los términos "lava" y "haze" (niebla).
"La nube de humo es una mezcla irritante de ácido clorhídrico (HCl), vapor y pequeñas partículas de vidrio volcánico", dijo el USGS.
"Esta mezcla gaseosa, corrosiva y caliente, causó dos muertes en el año 2000 en la zona donde el mar entró en contacto con los flujos de lava recientes y activos", explicó.
El USGS también advirtió que las emisiones de gases volcánicos "se han triplicado como resultado de las voluminosas erupciones".
Los vientos moderados hacen que las áreas hacia donde sopla el viento desde el volcán "puedan experimentar niveles variables" de humo volcánico, una especie de niebla que se forma cuando las emisiones reaccionan al oxígeno, la humedad, el polvo y la luz solar, dijo el USGS.
Un enorme flujo de lava creció a unos seis metros de altura y bloqueó parte de una autopista, afectando seriamente a los residentes del área, reportó el sitio Hawaii News Now.
El Kilauea es unos de los volcanes más activos del mundo y uno de los cinco en la Gran Isla de Hawái.
Comenzó a hacer erupción el 3 de mayo, forzando la evacuación de 2,000 personas de sus hogares ubicados en la montaña.
Científicos creen que la actividad volcánica puede ser precursora de una erupción mayor, similar a una que ocurrió en la isla a mediados de la década de 1920.
Pero aseguran que de ocurrir no se espera que haya pérdidas de vida, pues las áreas residenciales más expuestas han sido evacuadas y la región donde está el volcán (en el sureste de la isla) es de muy baja población.
Las autoridades han advertido a los residentes de mantenerse alejados de los vecindarios evacuados, alertando sobre todo de la posible mortalidad a causa de las emanaciones tóxicas.