La noche del pasado sábado en un domicilio de Esquipulas en la colonia El Limón en Guatemala, elementos de la Policía Nacional Civil de Guatemala (PNC), asistieron a un dantesco espectáculo cuando realizaron la detención de tres adolescentes que estaban decapitando a otra joven de 15 años, quien vivía a unas cuantas casas del lugar donde se desarrolló el hecho sangriento.
De acuerdo con la información dada a conocer por la PNC del vecino país del sur, dos adolescentes de 14 años y una de 17 presuntas integrantes de la Mara Salvatrucha Barrio 18, decapitaron a la jovencita de 15 sin que hasta ahora se conozcan los motivos, aunque pudo haberse tratado de la iniciación de alguna de ellas, pues para ingresar a la banda se pide a los miembros que asesinen a otra persona.
De acuerdo a lo señalado por la policía guatemalteca en su cuenta de tuiter oficial @PNCdeGuatemala, la detención se logró cuando elementos policíacos que patrullaban por el lugar “escucharon gritos de auxilio” de inmediato comenzaron a ubicar el lugar de donde provenía la petición de ayuda.
Al ubicar el inmueble, ingresaron a la vivienda en el momento en que una de las jovencitas cometía el crimen mientras otra de ellas sujetaba a la víctima y una más grababa el hecho.
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En el lugar, continúa la explicación oficial, se localizó un cuchillo con el que se habría cometido el asesinato que ya no pudo ser impedido por la policía y había también un cartel con el que podría estar enviándose un mensaje a otra persona integrante de una banda rival.
Lamentablemente para cuando los policías pudieron localizar el sitio e ingresar, la joven de 15 años había perecido degollada.
Las jóvenes fueron detenidas y presentadas ante las autoridades que determinarán lo procedente de acuerdo a las leyes del país.
Este sangriento hecho cometido por jóvenes menores de edad, alarma también a la comunidad fronteriza debido a que, por el río Suchiate, ingresan a México sin control personas de origen extranjero, entre ellos Maras Salvatrucha, algunos de cuyos integrantes han logrado ser detenidos ya al interior del país por autoridades migratorias.
En su mayoría huyen de la cacería que el presidente de El Salvador Nayib Bukele instauró en su país en contra de los pandilleros a los que actualmente se les ha nombrado terroristas.
