A tres días de la apertura de la frontera sur de México con el vecino país de Guatemala, en los primeros 90 kilómetros de carretera mexicana solo hay dos filtros de contención de migrantes, sin otra autoridad que revise los cargamentos en los tráileres que salen de Suchiate al centro del país.
En el límite de Suchiate con Guatemala, se ubica el Puente Fronterizo Suchiate II, a donde ingresan tráileres con drogas que pocas veces son detectados, a pesar que se cuenta con la más alta tecnología.
Otros dicen que los narcotraficantes pasan el estupefaciente por medio de mulas, (gente que carga con ella) que utilizan puntos ciegos a bordo de motocicletas, llegando ranchos plataneros de la zona donde los camiones son cargados, metiéndola en medio del producto o en dobles fondos para llevarla al norte del país.
Fuentes confiables de diferentes corporaciones policiacas y la propia ciudadanía sabe que en esta frontera sur, grandes imperios controlan el paso fronterizo, por aire, mar y tierra movilizando fuertes cargas de droga que llegan a Suchiate, algunos se mueven en avionetas y otros en los tráileres.
Los camiones recorren 90 km desde la frontera para llegar al primer filtro denominado Centro de Atención Integral Fronterizo (CAIF), de Cerro Gordo en Villa Comaltitlán, donde la Fiscalía General de la Republica, Ejército Mexicano y el Servicio de Administración Tributaria, han logrado decomisar de enero a la fecha más de cuatro toneladas de droga generando pérdidas al narco.
La cocaína pura que se mueve en esta frontera sur, puede llegar a costar de 30 a 33 mil dólares el kilogramo puesto en los Estados Unidos y en México un gramo de vale 350 pesos, mientras que en Los Ángeles, California, el mismo gramo de estupefaciente tienen un costo de mil 600 pesos.
Salida de Suchiate
Entre el puente del Suchiate II, en la parada “El Manguito” de Tuxtla Chico y en Viva México de Tapachula, solo se tienen 5 agentes de migración y 5 elementos de la Guardia Nacional, que solo revisan camiones de pasaje, colectivas y taxis, para la contener a los migrantes que burlan los retenes por caminos de extravió y logran llegar a Tapachula, sin ningún ser detectados.
En Suchiate y Talismán se puede observar a diario el cruce de gente con productos no perecederos, frutas y verduras, un comercio que no se detuvo durante la pandemia, mientras en lo que va del 2020 se ha encontrado a más de seis personas muertas en río fronterizo, el más reciente un balsero con dos balazos.
En la frontera sur se México se pueden encontrar colombianas, ecuatorianos, guatemaltecos y sinaloenses, que se dedican al trasiego de estupefacientes de un lado a otro.
De acuerdo a los decomisos la droga viene de Colombia, pasa Panamá y vía marítima llega a México, donde la Armada ha asegurado más de dos toneladas este año y además de dos aviones, un de lo cuales fue incendiado por los delincuentes y otro del que alcanzaron a sacar el alcaloide.
El CAIF de Cerro Gordo, fue inaugurado en el 2014, desde esa fecha hasta el 2019 habían sido muy pocas las cantidades de aseguramientos, y se dijo que ya había otras rutas para llegar al norte, como las aguas del pacífico o por Palenque, Chiapas y Tenosique, Tabasco.
Se sabe que en la zona operan los cárteles de Jalisco, el del Golfo y el de Sinaloa, que mantienen la frontera sur en calma, pues tras la derrama de sangre en 2001 por el control de la plaza, las ejecuciones han sido muy pocas ya que en aquel año se contabilizaron más de 600 ejecutados de Suchiate a Arriaga, y ahora solo se derrama sangre cuando hay aseguramientos grandes, ya que alguien tiene que pagar el costo de lo perdido.
Trabajo de inteligencia
Las autoridades han detectados mujeres, hombres y niños utilizados como “halcones” en camionetas, automóviles; también dan seguimiento a los tráileres en Suchiate, ranchos y caminos de extravíos cargados de mercancía.
