Cansado de que el dinero no le rindiera para poder mantener a su familia y de que intentaran asesinarlo integrantes del Barrio 18 en su país de origen Honduras, decidió lanzarse a pesar de la pandemia del Coronavirus en donde tuvo que evadir los controles del ejército y de la policía de Guatemala, con unos cuantas monedas en su bolsillo y encomendado a Dios logró llegar hasta el municipio de Huixtla.
Vagando por las antiguas vías del ferrocarril logramos entrevistar en exclusiva para Diario del Sur a Carlos Reyes de aproximadamente 30 años de edad, dijo que desde hace varios años se dedica a vender pan en los autobuses, ofreciéndole una muestra a cada pasajero; su meta era lograr que compraran 100 panes para poder llevar la comida a casa, al ver que no todo los días eran buenos se le metió a la cabeza de que buscaría el sueño americano y que su destino era llegar a Los Ángeles.
“Sabía de las caravanas que han salido a pesar de la presencia del Covid-19 en México, pero hace alrededor de dos meses iba caminando por una colonia y de repente un grupo de pandilleros, me gritaban que debía entregar el dinero y la mercancía con la banda, pero les dije que si accedía no llevaría nada a mi casa, por lo que en respuesta me empezaron a disparar logrando herirme con arma de fuego en el estómago del lado izquierdo, para salvar mi vida me tuve que meter a un alcantarilla, desde ahí supe que ya no podía seguir así”, afirmó Carlos.
El hondureño relató que decidió cruzar su país, pero al llegar a Guatemala sabía de las medidas de prevención del Coronavirus por medio de la televisión, adquirió sus guantes y cubrebocas, poco a poco pasó rodeando los retenes hasta llegar a Tecun Umán y conseguir que lo pasaran en cámaras de llanta pagando 20 quetzales, para después ir por el paso informal denominado el “Limón” del lado de Suchiate, en donde delincuentes lo amenazaron con pistola y al ver que no traía nada lo dejaron ir.
Lo único que recuerda es haber observado que del lado guatemalteco en el río Suchiate una mujer fue violada por integrantes del Barrio 18 sin que nadie hiciera nada, al tomar un colectivo que lo llevara hasta Tapachula en la parada conocida como el Manguito logró evadir el retén de migración de la Guardia Nacional, así lo hizo hasta llegar a Huehuetán y lograr llegar a la ciudad de la piedra.
Con mochila al hombro esperará la llegada de un tren de carga que lo trasladará hacia Arriaga, en donde buscará la casa del migrante y después hasta Ixtepec Oaxaca donde pedirá la ayuda del padre Solalinde, para seguir hasta territorio de Estados Unidos cueste lo que le cueste.
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