/ jueves 28 de diciembre de 2023

Fuera de Agenda | Ruta crítica 2024


El pasado jueves 14 de diciembre oficiales del ejército guatemalteco se reunieron con sus pares mexicanos encabezados por el general Rubén Dario Díaz Esparza, comandante de la 38 zona militar con sede en Tenosique, Tabasco, en la segunda reunión local de comandantes fronterizos. Este tipo de encuentros forman parte del mecanismo conjunto llamado Grupo de Alto Nivel en Seguridad (GANSEG), establecido entre ambos países con la finalidad de coordinar operaciones contra actividades de la delincuencia organizada como tráfico de drogas, armas, migrantes y fraudes aduaneros.

Llamó la atención que una semana después, casi a la media noche del viernes 23, ocurrieron una serie de ataques coordinados en Villahermosa y Comalcalco, donde se registraron bloqueos con vehículos incendiados, balaceras y motines en los penales de ambas ciudades tabasqueñas. Los mensajes de las organizaciones criminales se suscitaron a menos de un par de horas de Palenque donde se efectuó la reunión binacional militar y donde tiene su residencia el presidente de la República Andrés Manuel López Obrador.

El vacío de autoridad y la ausencia de una explicación sobre el trasfondo de estos hechos, puso en el escenario lo que está en juego en la zona fronteriza de Tabasco con Guatemala. Hoy día El Ceibo, puesto de frontera, está controlado por grupos afines al llamado Cártel del Pacífico, aunque las rutas de que ahí parten hacia Veracruz, Oaxaca y centro del país, están en su mayoría bajo dominio de organizaciones afines al llamado Cártel de Jalisco Nueva Generación.

Lo que ha ocurrido en los últimos años en esta parte de la frontera es que la delincuencia organizada ha ampliado sus centros de operaciones de rutas para el narcotráfico, tráfico de personas y armas, robo de vehículos, contrabando y defraudación aduanera, según un documento de la secretaría de la Defensa Nacional sobre las últimas reuniones bilaterales del GANSEG fechado a finales del 2022. Uno de los objetivos fijados para este año que termina es que se realizarían operativos espejo coordinados en áreas fronterizas para combatir el tráfico ilícito de migrantes.

Pese a estos propósitos la crisis migratoria se recrudeció esta semana con una nueva caravana compuesta por alrededor de seis mil personas que partió el domingo 24 de Chiapas, en dirección a la frontera norte, donde varios puertos de entrada como Piedras Negras-Eagle Pass, Matamoros-Brownsville, están saturados desde hace varias semanas.

La ruta crítica 2024 comenzó con la visita del jueves 28 a Palacio Nacional de una delegación estadounidense de alto nivel encabezada por Antony Blinken, secretario de Estado, Alejandro Mayorkas, secretario de Seguridad, y la asesora de Seguridad Nacional Liz Sherwood. El énfasis en la crisis migratoria y las consecuencias para la agenda binacional era lo que se anunciaba como temas en el encuentro programado con López Obrador. Más allá de formalidades, la preocupación estadounidense de nuevo se centró en la inacción del gobierno mexicano que luce rebasado por las oleadas de migrantes.

El tema reservado son los reportes que las agencias estadounidenses han recopilado en los últimos años sobre el papel de Venezuela, Cuba y Rusia detrás de las oleadas de migrantes que son el tema más escabroso en la agenda electoral estadounidense del 2024.


El pasado jueves 14 de diciembre oficiales del ejército guatemalteco se reunieron con sus pares mexicanos encabezados por el general Rubén Dario Díaz Esparza, comandante de la 38 zona militar con sede en Tenosique, Tabasco, en la segunda reunión local de comandantes fronterizos. Este tipo de encuentros forman parte del mecanismo conjunto llamado Grupo de Alto Nivel en Seguridad (GANSEG), establecido entre ambos países con la finalidad de coordinar operaciones contra actividades de la delincuencia organizada como tráfico de drogas, armas, migrantes y fraudes aduaneros.

Llamó la atención que una semana después, casi a la media noche del viernes 23, ocurrieron una serie de ataques coordinados en Villahermosa y Comalcalco, donde se registraron bloqueos con vehículos incendiados, balaceras y motines en los penales de ambas ciudades tabasqueñas. Los mensajes de las organizaciones criminales se suscitaron a menos de un par de horas de Palenque donde se efectuó la reunión binacional militar y donde tiene su residencia el presidente de la República Andrés Manuel López Obrador.

El vacío de autoridad y la ausencia de una explicación sobre el trasfondo de estos hechos, puso en el escenario lo que está en juego en la zona fronteriza de Tabasco con Guatemala. Hoy día El Ceibo, puesto de frontera, está controlado por grupos afines al llamado Cártel del Pacífico, aunque las rutas de que ahí parten hacia Veracruz, Oaxaca y centro del país, están en su mayoría bajo dominio de organizaciones afines al llamado Cártel de Jalisco Nueva Generación.

Lo que ha ocurrido en los últimos años en esta parte de la frontera es que la delincuencia organizada ha ampliado sus centros de operaciones de rutas para el narcotráfico, tráfico de personas y armas, robo de vehículos, contrabando y defraudación aduanera, según un documento de la secretaría de la Defensa Nacional sobre las últimas reuniones bilaterales del GANSEG fechado a finales del 2022. Uno de los objetivos fijados para este año que termina es que se realizarían operativos espejo coordinados en áreas fronterizas para combatir el tráfico ilícito de migrantes.

Pese a estos propósitos la crisis migratoria se recrudeció esta semana con una nueva caravana compuesta por alrededor de seis mil personas que partió el domingo 24 de Chiapas, en dirección a la frontera norte, donde varios puertos de entrada como Piedras Negras-Eagle Pass, Matamoros-Brownsville, están saturados desde hace varias semanas.

La ruta crítica 2024 comenzó con la visita del jueves 28 a Palacio Nacional de una delegación estadounidense de alto nivel encabezada por Antony Blinken, secretario de Estado, Alejandro Mayorkas, secretario de Seguridad, y la asesora de Seguridad Nacional Liz Sherwood. El énfasis en la crisis migratoria y las consecuencias para la agenda binacional era lo que se anunciaba como temas en el encuentro programado con López Obrador. Más allá de formalidades, la preocupación estadounidense de nuevo se centró en la inacción del gobierno mexicano que luce rebasado por las oleadas de migrantes.

El tema reservado son los reportes que las agencias estadounidenses han recopilado en los últimos años sobre el papel de Venezuela, Cuba y Rusia detrás de las oleadas de migrantes que son el tema más escabroso en la agenda electoral estadounidense del 2024.