Tocar un instrumento musical va más allá de producir melodías, es una experiencia enriquecedora que conecta el espíritu humano con la magia de la música. Este arte no tiene límites de edad, ya que tanto niños como adultos pueden aprender a tocar un instrumento y cosechar innumerables beneficios.
En una entrevista para Diario del Sur, el profesor Obed Salatiel, quien es director de orquesta en el Colegio Constancia y Trabajo en Tapachula, nos explica cuales son las ventajas de que los niños aprendan a tocar un instrumento y se relacionen con la música. “En cuanto a mi experiencia como maestro, puedo decir que los beneficios de la música y de poder ejecutar un instrumento son muchos. En primer lugar, la música desarrolla habilidades cognitivas, ya que, para leer música se necesita de mucha concentración pues el alumno debe aprender a leer notas musicales y ejecutarlas al mismo tiempo, las habilidades motoras también se trabajan pues deben usar las manos, los pies, los ojos, prácticamente todo el cuerpo, de igual manera se aprende el trabajo en equipo, pues no solamente se trabaja de forma individual sino también grupal por eso le enseñamos a los alumnos a convivir y conocer a sus compañeros, en una orquesta nos tenemos que poner de acuerdo para que todo suene en armonía y de manera simultánea.
También la disciplina se aprende puesto que deben empeñarse en mejorar y eso solo se logra con la práctica, porque debes transmitirle al público la emoción de lo que estás tocando, con la música aprendemos cosas nuevas siempre, por ejemplo, historia acerca de los instrumentos, matemáticas, lectoescritura y técnicas para ejecutar una melodía".
El maestro Obed recomienda a los padres de familia que inculquen a sus hijos el amor por la música pues es disciplina, concentración, trabajo en equipo y da dominio personal.
El aprendizaje de tocar un instrumento musical en la infancia conlleva una serie de ventajas significativas que van más allá del simple disfrute de la música. Aquí te dejamos algunas de las más destacadas:
Desarrollo cognitivo: El aprendizaje musical está asociado con un mejor rendimiento en habilidades cognitivas como la memoria, la atención y la capacidad de resolución de problemas. Tocar un instrumento implica el uso de múltiples habilidades mentales, lo que estimula el desarrollo cerebral.
Mejora de habilidades académicas: La práctica musical puede tener un impacto positivo en el rendimiento académico general. Los niños que tocan un instrumento a menudo desarrollan habilidades mejoradas en matemáticas, lectura y escritura.
Desarrollo de habilidades motoras finas: Tocar un instrumento requiere coordinación precisa entre manos y dedos.
Fomento de la disciplina y la paciencia: Aprender a tocar un instrumento implica práctica regular y dedicación a lo largo del tiempo. Esto promueve la disciplina y la paciencia, ya que los niños aprenden que el progreso musical lleva tiempo y esfuerzo.
Estímulo de la creatividad: La música es una forma de expresión artística que fomenta la creatividad. Tocar un instrumento permite a los niños explorar su lado creativo, componer música propia y expresar emociones de manera única.
Desarrollo del oído musical: Tocar un instrumento contribuye al desarrollo de un oído musical agudo. Los niños aprenden a reconocer patrones musicales, afinar su oído y mejorar su capacidad de escucha.
Mejora de la autoestima: Al dominar nuevas habilidades y alcanzar metas en la práctica musical, los niños experimentan un aumento en la autoestima y la confianza en sí mismos. Esto contribuye positivamente a su bienestar emocional.
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Fomento del trabajo en equipo: Participar en bandas, orquestas o grupos musicales promueve el trabajo en equipo. Los niños aprenden a colaborar con otros, a seguir la dirección del director y a apreciar la importancia de cada parte en la creación de la música.
Reducción del estrés: Tocar un instrumento puede servir como una forma de liberación emocional y una manera efectiva de reducir el estrés. La música proporciona una vía creativa para expresar emociones y relajarse.
Habilidades sociales: La práctica musical, ya sea en solitario o en grupo, ofrece oportunidades para interactuar con otros niños que comparten intereses similares. Esto ayuda a desarrollar habilidades sociales y fortalecer amistades.
En resumen, aprender a tocar un instrumento en la infancia ofrece una amplia gama de beneficios que van más allá del ámbito musical, contribuyendo al desarrollo integral de los niños.
