Día del niño: 8 pequeños que alcanzaron la santidad

Niños y niñas demostraron valentía antes de perder la vida, lo que les dio un lugar para trascender en la historia como santos y santas

Beriah Jiménez / Diario del Sur

  · viernes 26 de abril de 2024

Jacinta y Francisco Marto, niños santos /Foto: Cortesía / Zenit

Los niños Santos y Santas son testimonios de coraje y fortaleza que trascienden las barreras religiosas, inspirando a personas de todas las creencias con su determinación y resistencia ante la adversidad.

Entre estos destacados ejemplos se encuentran los mártires, cuyas vidas fueron marcadas por su firmeza en sus convicciones incluso frente al peligro.

Santos Cristóbal, Antonio y Juan: primeros mártires de América

Los santos Cristóbal, Antonio y Juan son considerados los primeros mártires de América, ya que fueron asesinados en México entre 1527 y 1529. Cristóbal, hijo del cacique Acxotecatl, conoció la fe católica gracias a la labor evangelizadora de los frailes franciscanos. Tras recibir el Bautismo, trabajó por la conversión de su familia, pero murió a los 12 años producto de los golpes y quemaduras provocadas por su progenitor. Por otro lado, Antonio y Juan, después de recibir formación de los franciscanos y dominicos, trataron de erradicar la adoración de ídolos en su pueblo Tizatlán y en las aldeas cercanas. Sin embargo, fueron asesinados a golpes por los pobladores de Cuautinchán.


Santos Cristóbal, Antonio y Juan, niños mártires de América / Foto: Cortesía / opusdei.org


Francisco y Jacinta Marto: testigos de las apariciones en Portugal

Junto con su prima Lucía, Francisco y Jacinta Marto fueron testigos de las apariciones de la Virgen María en Portugal, entre el 13 de mayo y el 13 de octubre de 1917. Los pastorcitos soportaron con valentía las calumnias y persecuciones de las que fueron objeto y realizaron varias mortificaciones. Francisco pasaba mucho tiempo ante el Sagrario y rezaba para consolar a Dios por las faltas de la humanidad, mientras que Jacinta iba a Misa todos los días y ofrecía la Comunión por los pecadores. Ambos enfermaron de bronco-neumonía durante una epidemia en la región. Él murió en 1919 y su hermana un año después. El 13 de mayo de 2017 fueron declarados santos por el Papa Francisco.


Santo Domingo Savio: inspiración de alegría y devoción

Santo Domingo Savio quería ser sacerdote desde pequeño y, tras conocer a Don Bosco, ingresó al Oratorio de San Francisco de Sales en Turín, Italia. El niño destacó por su intensa vida espiritual, su alegría y su disposición para ayudar a los demás, especialmente a su familia. Debido a su débil salud, tuvo que dejar el Oratorio y regresar a su casa. Poco antes de cumplir 15 años, falleció el 9 de marzo de 1857 y exclamó: “¡Qué cosa tan hermosa veo!”.


Santo Domingo Savio, niño italiano que se convirtió en santo / Foto: Cortesía / iglesiadelourdes.com


San José Sánchez del Río: símbolo de resistencia en México

San José Sánchez del Río fue un niño que por amor a Jesús se unió a los Cristeros, un grupo armado de miles de católicos que defendieron su fe durante la persecución religiosa perpetrada en México, en la segunda década del siglo XX. Aunque los Cristeros no quisieron aceptarlo en un principio por su juventud, se unió como portaestandarte de la imagen de la Virgen de Guadalupe. Tenía 14 años cuando el 10 de febrero de 1928 los oficiales del gobierno de Plutarco Elías Calles lo torturaron y asesinaron por negarse a renunciar a la fe. Fue canonizado por el Papa Francisco el 16 de octubre de 2016.


San José Sánchez del Río, se unió a los Cristeros a corta edad / Foto: Cortesía / diocesisazcapotzalco.org


Santa María Goretti: ejemplo de perdón y compasión


Santa María Goretti creció en el seno de una familia pobre pero rica en fe. Cuando tenía 11 años fue apuñalada por Alessandro Serenelli, un joven de 19 años, porque se negó a tener relaciones sexuales con él. Antes de morir, el 6 de julio de 1902, ella pudo recibir la Comunión, la Unción de los Enfermos y perdonó a su asesino.

Alessandro se arrepintió de su crimen y, cuando salió de la cárcel, buscó a la madre de María para pedirle perdón. Años después, él colaboró dando su testimonio para la causa de canonización de María. También fue admitido en la Orden terciaria de San Francisco.


Imagen de Santa María Goretti / Foto: Cortesía / Paco, Philippines