Luego de la deportación de 75 nicaragüenses vía aérea desde Tapachula, migrantes de esa nacionalidad piden al Instituto Nacional de Migración (INM) no los deporte y se pongan las mano en corazón ya que si llegan de esa manera a Nicaragua los tratarán mal los golpean e incluso los encarcelan por traición a la patria.
“Si nos regresan a Nicaragua deportados es muy duro lo que nos espera, por ello, pedimos que se apiaden de nosotros y nos entreguen papeles y nos dejen circular por territorio nacional en donde podamos hacer nuestros trámites para estar de manera legal en México”, expresó.
Los migrantes protestaron en el parque Bicentenario y se movilizaron al Consulado de Nicaragua, ubicado en el bulevar Gustavo Díaz Ordaz, en donde a gritos clamaron que paren las deportaciones.
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“Nosotros únicamente queremos que nos den el paso por México para reunirnos con nuestros familiares que ya nos esperan en Estados Unidos, porque acá no tenemos esperanza de poder salir adelante o conseguir sus papeles”, expresó Luis Fernando Escobar.
Añadió, “si nos regresan nos meten a la cárcel y nuestra vida corre riesgo ya que para Daniel Ortega todos los que salimos de Nicaragua somos traidores pero si salimos es por la predicación política y la falta de oportunidades para tener una mejor calidad de vida”.
Aseguró que las autoridades migratorias de México no tienen idea de lo que ellos viven si son deportados a su país de origen del que salen por la pobreza que se vive y las malas políticas de sus autoridades.
Pedro Mayorga, originario de Nicaragua, señaló que están en México pidiendo que no los deporte por el régimen del Presidente Daniel Ortega, quien los trata como basura si regresan a su país.
“La deportación es la muerte para los nicaragüenses, por eso estamos tratando de regularizarnos en México, sin embargo, hasta el momento no hemos obtenido una respuesta del INM y la Comar”, externó.
Indicó que a pesar de los actos de protesta, la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) y Migración no les dan una respuesta rápida, ya que están cansados de seguir durmiendo en la calle por no poder obtener un trabajo por la falta de documentos.
Destacó que actualmente hay un promedio de 600 nicaragüenses en Tapachula y se espera que sigan llegando más por el régimen del gobierno implantado desde hace varios años.
“Todos los nicaragüenses vivimos una opresión de parte del gabinete, por ende, seguirán saliendo miles de personas de nuestro país y llegando a esta ciudad que es un paso obligatorio para migrantes de distantes nacionalidades”, indicó.
La protesta terminó en el consulado de Nicaragua, con gritos de no a la deportación, sin embargo, los nicaragüenses no fueron atendidos por el representante de dicho país.
