Aún sin presencia militar, la caravana migrante avanza a paso muy lento sobre la carretera federal Tapachula - Arriaga, donde el camino ha sido intermitente.
Los extranjeros se han detenido, al menos, siete ocasiones, debido a que en el grupo viajan muchos niños y niñas que retrasan el andar del contingente mayor, en el que haitianos quieren tomar la delantera y acelerar el paso.
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De las caravanas que han marchado, esta es la que más se ha consolidado u mantenido unida en cuanto al grupo mayor, lo que ha permitido que el grueso del flujo pueda apoyarse en distintas tareas para auxiliar a los que se van quedando rezagados.
Cerca de la comunidad Chamulapita, a unos cinco kilómetros de Huehuetán, la caravana ingresó al techado de una productora de mango, donde por espacio de 20 minutos descansaron y después retomaron su ruta hacia el municipio de Tuzantán.
Hasta las 17:00 horas y tras una ligera lluvia, el grupo seguía en ruta, aunque ya con muchos de sus integrantes yes fatigados por las horas que les tocó caminar bajo el sol.
En el andar de estos extranjeros, dos patrulla de la Guardia Nacional sector caminos, han seguido de cerca la operación migrante, sin que hasta entonces hagan aparición los cuerpos militares y migratorios para encapsularlos.
Los integrantes de esta caravana fueron reprimidos por guardias nacionales y migratorios en horas de la madrugada, pero al final permitieron el paso de este grupo no mayor a las 500 personas.
En dado caso que no hubieran aparecido los militares, el grupo habría sido mayor, pero muchos decidieron abandonar el intento por temor a ser detenidos.
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