Luego de que el pasado martes más de 200 unidades que cubren la ruta Tapachula- Cacahoatán y viceversa suspendieran actividades por amenazas de extorsiones y cobro de piso, este día se reanudó el servicio, sin embargo, impera el miedo y la zozobra entre choferes y usuarios.
Tras una reunión con autoridades, quienes nuevamente de comprometieron a reforzar la vigilancia en terminales y carreteras, asimismo, mediante inteligencia combatir la operación de delincuentes, transportistas decidieron reanudar el servicio para no seguir afectando a los usuarios.
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Carlos "N", chófer de un colectivo, afirmó que hay miedo por la presencia de los delincuentes, quienes han demostrado que no solo operan con amenazas, han decidido seguir sus labores porque hay necesidad de llevar sustento a sus familias.
Dijo que están conscientes que pueden sufrir en cualquier momento violencia por parte de los delincuentes, pero aun cuando sus vidas está en riesgo tienen que salir a las calles a trabajar porque deben llevar atender las necesidades en sus hogares.
"Hoy al salir de casa junto con mi familia me encomendé a Dios para que me proteja de cualquier peligro porque ante la situación que ocurrió el pasado martes ya no estamos exentos de sufrir alguna agresión", abundó.
Roberto "N", chófer de la ruta a Talismán, indicó que es más grande la necesidad que el miedo, porque tienen que llevar el alimento a sus hogares y aunque salen con el Jesús en la boca, depositan la confianza en Dios ante este problema de inseguridad.
"Claro que hay miedo, porque durante el último año varios compañeros han sido asesinados por negarse a cubrir el pago de piso, ya que estos delincuentes muchas veces cumplen sus amenazas, pero a pesar del temor tenemos que salir a trabajar", acotó.
Por su parte, Maargarita García, usuaria del transporte público, exhortó a las autoridades policiacas a que atiendan este problema que provoca incertidumbre en la población, porque los delincuentes pueden cumplir sus amenazas de violencia en cualquier momento.
Mencionó que es preocupante la ola de inseguridad que se vive, y el actuar de las autoridades deja mucho que desear, porque a pesar de que saben el modus operandi de los delincuentes no hay detenciones, situación que ha provocado que este flagelo se expanda a los municipios de la Costa - Soconusco.
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